Las arenas del tiempo han cubierto las pirámides
Dejando sólo sus puntas a la vista
Y los habitantes que recorren los desiertos cuentan
Que en otras épocas completas se veían
Majestuosas, imponentes, sagradas
Ocultas por el tiempo
Las tres diosas intactas
Y el extranjero detenido decía
“Cavemos, renazcamos su presencia”
Todos se negaban y con su cabeza desaprobaban
El más anciano con su mano dorada, lo tomó del brazo y le dijo
“El viento se encargará de liberarlas, vuelve en unos años; mientras, contempla el resto del mundo. Nuestras reinas de aquí, no se moverán”.