Las fisuras del Centro Democrático
Por Luis Humberto Tovar Trujillo
Apareció recientemente en el diario El Tiempo, el pasado domingo, un comentario sobre las fisuras al interior del Centro Democrático.
Después de reconocer, la importancia y el especial crecimiento veloz del partido, en tan poco tiempo, indica la fortaleza y la dinámica impuesta por el ideario y el talante de Álvaro Uribe, en todas las actividades que ha emprendido, sin excepción, su partido.
Desafortunadamente no todo es perfecto; no soy quien, para señalar las equivocaciones de Uribe, mas por exceso de buena fe, hasta ingenuo y demasiado creyente en que las demás personas actúan, con la transparencia y buena fe de él, y sin pretensiones individualistas, importándoles menos el crecimiento solido del partido, sino satisfacer sus propios apetitos personales.
Uribe es un gran líder, pero mal dirigente político. Lleno de ideas, conocedor de la realidad nacional e internacional, visionario por demás, perseguido como todo líder importante, además por todas las ramas del poder público, todo con montajes y, por el delito de haber salvado a este país de su inviabilidad, del comunismo.
Eso indica la magnitud del líder del Centro Democrático; pero desafortunadamente esta mal rodeado, su circulo cercano le ha hecho cometer errores de tal magnitud, como perseguir a sus mismos militantes, pese a ser hasta fundadores del mismo, por el simple prurito de no batir el incensario a personas, y decisiones, pocas, por cierto, del actual gobierno.
Hacerse llenar de loas personales, utilizar al mismo partido para beneficio personal y practicar el amiguismo mal entendido, como rector de la propuesta de un partido, que además de conquistar el poder y el gobierno, debe tener la capacidad de consolidarse como partido de gobierno.
Equivocaciones como lo del gobernante anterior, equivocado en entender que, ideológicamente es de derecha, otros le llaman de centro derecha, menos vergonzantes, pero básicamente defensor de la libertad y el orden, expresiones que soportan nuestro ideario institucional de muchas constituciones serias y con verdadero sentido democrático.
Se han creado sindicatos de malquerientes de unos y otros, todo por intereses mezquinos, poco de contenido ideológico, se dejo contaminar de los vicios de otros partidos, no ha podido entender el sentido de la autoridad y el orden, existe una tendencia a conciliar todo, hasta principios, en fin, le quedo grande la grandeza de Uribe, demostró que es demasiado grande para sus coequiperos.
Criticar siendo propositivos en el partido, se volvió un delito, causal hasta de eventuales descalificaciones y anuncios de expulsión de sus huestes; poca capacidad de convocatoria, irrespeto a las orientaciones dadas desde instancias superiores, perdida de autoridad para rechazarlas, en fin, va quedando reducido, en una montonera amorfa que pacta hasta con el diablo. ¿Hasta cuándo?
FUENTE: diariodelhuila.com