Adrenalinaaa!!!!
Ya había concretado en sus bares, cuando deambulaban por el barrio, pero me faltaba ir a su territorio, esa esquina de la 15 con 22 costado occidental. Esa pared grafitteada del asadero surtidores de aves. Las Letras. De ese combo que no sé cuántas pueden ser, porque aparecen y desaparecen por tiempos. Pero de las que sobresalen varias, teniendolas cerquita unas cuantas de ellas aguantan, por lo menos caritas lindas.
Compré dos cervezas en un bar cercano, pedí un vaso desechable y lo llene de una, y la otra me la llevé pagando mil pesos, al más pa que no me fuera a decir nada por el envase.
No hay lugar cerca de donde hacer inteligencia a esa esquina, los bares quedan varios locales de distancia. Así que con no mi mejor pinta y chaqueta me les ponche en la esquina del frente.
Me compré una empanada veneca y desde allí mientras me tomaba las cervezas comencé a detallar a cual culiarme.
Llegan, se van, se parchan , se desparchan. Gritan se sacan fotos, reciben las visitas de sus ñeros con pinta de ratas. Me fijé en una, tetoncita linda cara, y se la subió un taxi, y se la llevó. Seguí y le eche la mirada en otra pelimona lindo rostro pero cuerpo más teen. Pero mi duda en pasar la esquina llegar entre esas marañas de culicagadas medio tomadas , medio periquiadas, medio empepadas jajaja me daba una ansiedad. Pfupppp. La perdí, un man se la llevó.
Empecé a notar que realmente no les va tan mal, y que no son tan lejos sus esperas. Tienen buena clientela y son solicitadas, bien sea para entraras al motel de allí no más del lado, o llevarlas para otro mejorcito como lo e hecho anteriormente sacándolas de sus antros.
Me fijé en una joven, que unos minutos antes había pasado del otro lado de la 22. Dónde la habían despedido una señora al parecer su mamá , con pinta de hijueputa y su bebé de menos de un año.
Me llene de valor y cruce hacia esa esquina, le hice quite a esas miradas apuñaladoras y le llegue contra la pared a la pelada.
Jajajaja ahora lo cagada, la adrenalina solo me hizo preguntar por la tarifa, el tedio a la boleta, no me dió para preguntar sobre el servicio ni nada.
Me pidió 40, y como guevon solo dije listo.
La hice ir adelante, no quise ver a mi alrededor por el miedo de encontrarme con alguna Mirada conocida, aunque raro que estuviese por allí también, no deja de angustiar.