Cita:
Iniciado por panchito69 la verdad nunca soy de ponerme a discutir con putas cuando les noto la malaleche simplemente las ignoro y ya y jamas las vuelvo ni a determinar, no vale la pena uno ponerse al nivel de una puta , por eso es que se jodió el santa, no por las venezolanas sino pro la prepotencia de tanta puta , que uno les hablaba y ni lo miraban, muchas veces me daba lastima ajena ver manes que les hablaban y ella les respondían pero con los ojos en el celular ( seguramente hablando con el machuco mantenido) yo a esa viejas engreídas ni las determino jamas, yo veo manes que son tan mkas que las viejas les hablan como un culo y sin embargo las suben, no las pelotas si uno es el del billete, uno es el que pone las condiciones no una hijueputa de estas que a veces ni bachillerato tienen, es mejor uno tratar de crear un espacio de dialogo así sean 5 minutos para notar la actitud de la hembra, aunque varias lo engañan a uno, por eso es bueno uno hacerles seguimientos a los manes que suben con ellas, yo a veces eran tan cagalera que hasta iba y encaraba al man a ver que tal le había ido, aunque uno por el tiempo y la cara del man puede adivinar como le fue. |
SABIAS PALABRAS. GRABARLAS EN CINCEL POR EL MASTER PANCHITO.
EL PODER DE NUESTRO DINERO SE INTERCAMBIA POR NUESTRAS FANTASÍAS.
Y NUESTRO DINERO CON SUDOR O COMO LO HALLAMOS LOGRADO ES LO NOS PERMITE PODERNOS CULIAR Y PEDIRLES QUE HAGAN LO Q DESEAMOS.
DE LO CONTRARIO LOS PAJAROS LE TIRAN A LAS ESCOPETAS.
Una PERRA puede pedir lo que desee pero su mirada le hara saber es CARA para su ofrecimiento. Solo ubique su mirada y se le voltea la cara, con una sonrisa y se le dice gracias.
Ella tiene el derecho de pedir el oro del mundo pero en ese momento recuerde USTED EN SU BOLSILLO O EN SU TARJETA TIENE EL PODER QUE APLASTA LA BELLEZA.
Entendiendo que que caro es un precio por el cual sentimos que es desproporcionado. Y no estamos ni mierda SATISFECHOS.
Esa es la LEY descarnada del mundo salvaje puteril.
REPORTE ....no va en Bogota....felices polvos prenavideños.