Lamentable lo que le sucedió a este chico. Es un hecho que debe poner a pensar sobre la función del ESMAD como tal.

Sin embargo, también es lamentable la muerte de miembros de la fuerza pública, y peor aún que no se valore de la misma forma la vida de un manifestante como la de un miembro de la fuerza pública.

Sorprende la anuencia con la que se observan las agresiones a soldados y policías. En otras partes del mundo se les respeta, aquí se les trata como si fueran de la peor calaña, bien sea por parte de superiores dentro de la institución, como ocurre en muchos casos, o de ciudadanos que desdeñan de su labor, afirmando que fue la única opción que tuvieron en la vida al no conseguir estudiar (hasta ese nivel de prepotencia he visto a muchos llegar).

Lamentables ambos casos. Nada más que decir.

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