Denunciante Dorado
 |  El fútbol colombiano me gusta cada vez menos (y el FÚTBOL PROFESIONAL en general…)
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 | El tema anda rondando en mi cabeza desde prácticamente todo este fin de semana feriado. Tenía mis dudas para escribirlo puesto que, me decía, hay aquí algunas almas sensibleras que podrían sentirse ofendidas con la suerte de diatriba que con muchas ganas quería publicar sobre el asunto del torneo nacional de balompié. Y no digo que no tengan derecho a sentirse, digamos, señalados: si una de las actividades preferidas de un cierto número de gente -pero sobre todo hombres por supuesto-, es seguir las novedades de tales o cuales torneos o la actuación de tales o cuales futbolistas, y de pronto alguien viene a decirles que no le encuentra sentido a todo esto, o que alguna vez le tuvieron interés pero ya no como corresponde a mi caso, algunas (no todas) de esas gentes se sentirán como si uno les hubiese mentado la madre adrede. O algo peor.
Tampoco pretendo manifestar que estoy totalmente desentendido de la Liga Águila, que es el nombre oficial de nuestro campeonato futbolístico profesional; a mí a cada nada me llegan notificaciones de Google de los resultados de los partidos y no pongo cara de fastidio o no me incomoda cuando aparecen; ni siquiera he pensado en desactivarlas, para que vean. Es solo que DE MI PARTE, yo ya no busco como otrora o simplemente ya no me surge la iniciativa de por ejemplo revisar cómo va la lista de los ocho, o cómo le está yendo al Cali en la competencia que es el equipo del que supuestamente soy hincha.
 Y saber que este man me caía simpatiquísimo... Pero en fin; necesitaba algo más que las puras ganas de manifestar lo que tenía adentro para decidirme a azotar teclas, y afortunadamente como en otras ocasiones me ha sucedido surgió un post del @! Master!; el cual logró el cometido de encender mi llama de columnista. Y entrando en materia, señores: si hoy no le dedico ni un segundo a mirar Win Sports que hasta este último semestre será gratuito en los cableoperadores, ¿ustedes creen que yo le voy a gastar 30 ‘lucas’ mensuales dizque al tal Win Premium o como se llame esa güevonada? ¿Para qué?, me pregunto a mí mismo: ¿para sentarme a ver un montón de material que en últimas me resulta intrascendente? Mejor me suscribo a un canal erótico, que ya ni es necesario con tanto contenido versado en lo sexual que pulula por las redes virtuales. Ahora, aunque es cierto que el post del ! Master! sobre la modalidad de protesta pacífica que hicieron los futbolistas y que CHIMBAMENTE el citado canal Win no le dio por ponchar con sus cámaras prefiriendo centrarse en las graderías de los estadios, este para mí no es un motivo personal por el que trato de manifestar mi descontento hacia lo tremendamente banal que me resulta la Liga Águila. Recuerdo que de bien pelaíto a mí no me llamaba la atención este deporte, hasta que de repente el 5-0 me despertó una curiosidad inusitada por el mismo.  Los culpables de una pasión Llegué a enterarme que había un semanario (excelente por cierto en esa época) llamado Balón el cual era un producto del Diario Occidente y poco tiempo después me volvería fanático del Diario Deportivo. Supe por mi padre que por partido ganado a un equipo le daban 2 puntos y por empatar solo uno. También le pedí a mi viejo que me comprara el Álbum de Panini de Estados Unidos ‘94 que como era de esperarse no llené creo ni la mitad. Y aún atesoro en mi memoria la noche que haciendo zapping en la radio por el AM, descubrí emocionado que había un espacio que resumía en vivo y en directo toda la jornada del fútbol colombiano; es decir, desde cada plaza donde se jugara un partido había alguien que comentaba las incidencias del mismo y si había un gol uno se enteraba al instante.
Ese programa era ‘Todo Fútbol’ de Caracol, conducido por Adolfo Pérez y que me hizo gastar durante unos buenos años una ingente cantidad de cuadernos anotando los resultados de los encuentros que se daban generalmente los domingos por la tarde y los miércoles por la noche. Como ven, pasé de ser casi un virginal ciudadano del tema balompédico a ser un poseso que no solo se conformaba con saber el desarrollo y los marcadores de los juegos, sino también que me convertí sin querer en un libro pensante de estadísticas, curiosidades, formaciones y actualidad claro que sí del fútbol no solo chibcha sino allende la patria.
 Un slogan más falso que una moneda de cuero... Me sabía más los goleadores de cada Mundial, o la lista de campeones año por año de la Copa Libertadores o de la actual Champions que el Himno al Valle del Cauca (con decirles que en toda mi etapa escolar siempre canté: ‘Sal del Valle del Cauca mi tierra’ en vez de ‘Salve Valle del Cauca mi tierra’, ja ja ja). ¿Exagerado? Sí, algo. O mucho. Incluso pensaba ahí por los laditos en ser cronista deportivo antes de que entrara a estudiar Comunicación Social, pero como siempre he sido más bien introvertido y no he tenido alma así como de sobasacos o lamesuelas en últimas no me decanté por esa actividad. Menos mal me digo ahora; este gremio lo considero firmemente de lo más vergonzante que puede haber en cuanto a actividad periodística, al menos en este país.
Claro que, y ya que están leyendo esto, pueden llegar a la conclusión de que no seguí con la ‘goma’ encendida; prácticamente estoy regresando a la indiferencia que sentía en buena parte de mi niñez hacia el balompié. Y no es de ahora la vaina sino que ya lleva su buen tiempo en realidad, solo que también uno se deja llevar por la emoción que manifiesta la masa hacia un evento como el Mundial e igualmente la maricada de la Liga Águila me seduce de vez en cuando.  ¿Qué han ganado estos tipos, ah? Como conjunto cual se ven en esta foto, entiéndase A lo que quizá realmente quiero apuntar, es a que desearía que en definitiva todo lo que tenga que ver con fútbol profesional, de competencia oficial no me llegue a hacer cosquillas. Y lo he logrado en muy buena parte, claro que sí. Y este desdén lo quiero extender hasta la Selección Colombia siendo todavía mucho más radical si cabe el término.
Para resumir esta parte y a la vez finalizar este escrito: este sábado que jugó el representativo nacional iba yo regresando a la casa de una vuelta cuando un viejo en bicicleta me pregunta: ‘Ve, ¿hoy juega la Selección Colombia?’, y yo casi sin voltear y con la sorna más activa que un hijuemadre le voy respondiendo: ‘Sí, hoy está jugando ese equipo mediocre’. Tras un segundo de silencio de pronto generado por el asombro, el tipo soltó una risa que no sé si fue impostada o sincera… Yo, luego de considerar toda la acción, explotaba en breves carcajadas mientras continuaba mi camino hasta mi domicilio muy orondo tal cual el Renacuajo Paseador de Rafael Pombo.
Por Soyado
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