Denunciante Dorado
 |  El Bikini, esa imprescindible prenda
Calificación: de
5,00
 | Inspirado en uno de los últimos posts dedicados a Christina Model en el que aparece con su bella figura por esa época (digo así porque, a saber cómo estará el día de hoy) ataviada con distintos modelitos de vestido de baño de dos piezas, decidí escribir estas líneas inspiradas en este adminículo del guardarropa femenino que considero yo uno de los más esenciales.
Lo simpático con estos dos pedazos de tela rodeados de ojos por todas partes como dice un ingenioso refrán que descubrí hace mucho tiempo, es que ha días tuvieron que pasar para que el bikini por fin pudiese llegar al terreno de lo democrático como el jean. Y es que si bien se mira cuando hizo su aparición y muchas décadas después de este acontecimiento, solamente algunas damas entre delgadas y flacas se aventuraban a usar este singular accesorio.
 Como le gustan al @ ! Master ! Porque se consideraba que eran las únicas que podían lucirlo “con glamour” pero claro: además de este requisito, tenían que sobrellevar el asunto del pudor. Para lucir un bikini también había que tener desparpajo (indecencia, dirían algunas voces pacatas). Hoy no; afortunadamente damas de todas las contexturas y carácteres tienen al menos un bikini en su ajuar, hecho en el que este servidor insiste ya debe de ser prácticamente obligatorio dentro de las preferencias de looks de cualquier fémina deseosa de que realmente quiera que se le eche la vista.  Como me gustan a mí Haciendo un poco memoria sobre el origen del Bikini, puedo recordar que su creador (o creadora. No me digné a googlear pues quise que este ensayo fuese lo más desenfadado posible), eligió ponerle este nombre que es el de un atolón donde se hicieron las primeras pruebas de bombas atómicas por parte de los Estados Unidos. Esta persona quien sin duda alguna merece estar en el olimpo de ilustres inventores donde conviven nombres como el de Leonardo Da Vinci o Thomas Alva Edison, mencionó algo así como que esta iba a ser una aparición bombástica dentro del mundo de la moda, haciendo la respectiva comparación con los juegos de guerra gringos practicados en el mentado accidente geográfico.
Y razón no le faltaba. Después de siglos probando a usar pijamas, corsés, corpiños y blusas hasta de mangas largas para dizque tomar un baño al aire libre, por fin se pudo dar un paso adelante en comodidad dándole a la vez una categórica derrota al ridículo ya que estamos, primeramente, con los trajes de baño estilizados de una sola pieza. Seguían cubriéndolo casi que todo, pero al menos ya no era obligatorio darse un chapuzón en la playa o el río luciendo ropa de todos los días, háganme el favor.  Como decía el tagline de la película 'Tiburón': 'Ella fue la primera...' Michelle Bernardini aquí haciendo historia, siendo la pionera en lucir un Bikini al menos en público No sé cuándo hicieron su aparición las piscinas tal y como las conocemos hoy día, pero con el pleno derecho a equivocarme me atrevo a decir que estas parecieron nacer junto a los mencionados monokinis. Cosas que tiene la historia cuando le da por unir la arquitectura con el fashion….
Ya que he mencionado la palabra monokini, el destino quiso que el Bikini tuviese una denominación más que certera hasta el punto que uno no sabe si el inventor (o inventora) de nuestro bienamado protagonista swimwear tuvo en consideración la primera sílaba del desde esa época famoso atolón. ‘Bi’, como sabemos, es un prefijo que significa dos o doble, y de ahí entonces que mucha gente crea (erróneamente por cierto), que Bikini hace referencia a que es una pieza de vestir que consta de dos partes. Bajo esta lógica, cada una de estas fracciones sería un o una ‘kini’, pues, y yo lo único que conozco con este nombre es el primate de peluche creación del ventrílocuo venezolano Carlos Donoso.  Imagínese por un instante que este par son compañeras suyas de todos los días (y usted las considera unos GURRES, o simplemente no les presta atención). Nada raro que posándoles así en estas fachas ante una cámara usted les diga: 'Como son de hermosas'... La imaginación se ha desbordado a sus anchas creando todo tipo de modelos bikinarios (y me disculparán el adjetivo los más, ejem!, castizos o sensibles). Existen por ejemplo los microbikinis, aquellos que tienen muy poquito material en su concepción cuyo panty siempre será un hilo porque, a ver, por algo se llaman micro, ¿no? Y en la mayoría de ocasiones sus tops se restringen a cumplir con tapar las areolas y pezones de quien los lleva.
También existen los bikinis tapaditos que cubren toda la extensión del culo así como la de los senos, y entre estos dos extremos, existen múltiples referencias que acogen casi que todas las ofertas en cuanto a más o menos destape.  ¿Es, o no es esto un microbikini? Del post de donde lo saqué dice que sí... Ahora, refiriéndonos al término ‘Bikinazo’… En primera instancia y no nos digamos mentiras, el término se aplica cuando ciertas siluetas mujeriles que pertenecen al grupo de las llamadas ‘buenas’ aparecen con uno de estos cubriéndoles la desnudez. Pero siendo un poco más como se dice ahora incluyentes, ‘Bikinazo’ puede aplicarse a una imagen que proyecta una fémina quien sin pertenecer a la categoría de ‘las que están buenas’ (otra cosa totalmente distinta es ‘las que son buenas’. Vale la aclaración, ¿verdad?), se ha decidido por equis o ye motivo a portar en su cuerpo el sujeto provocador de estos párrafos que vosotros tenéis la fortuna de leer.
Más de uno se ha quedado impactado (y las mujeres también, igual andan compitiendo entre ellas. Otras porque son areperas…) cuando ha visto por primera vez a la amiga/compañera/conocida luciendo un Bikini. A veces hay que conformarse con imaginárselo, y tomando el primer caso por ello se ha producido el despertar de incontables enamoramientos así como de morbos más o menos duraderos. O una combinación de los dos, que sería un morboramiento o un enamoramorbo (¿Esto existe? Ja ja ja).  La incomparable Demi Rose Mawby en un bikini muy conservador, quizá, pero no menos sexy Razones por las que una mujer decide ponerse un Bikini, a saber: por querer lucir libremente su cuerpo; porque así considera que puede atraer mejor a tal o cual persona, así no le llame la atención verdaderamente usarlo; por simple moda; porque en ciertos trabajos o situaciones se lo exigen, etc. Hay algo muy claro, y es que si una mujer con la que exista atracción mutua siente como obligación lucir un Bikini… es algo bochornoso por decir lo menos. Qué hijuemadre: muy chimbo así.
Chévere saber que la hembra que lo exhibe ante uno se considere halagada, sin complejos pero ante todo, que lo haga porque se siente segura de sí misma. Véanla o no la vea nadie. Gracias, Christina Model, por hacer latir mi vena de escritor (y otra vena por ahí también…).  Por Soyado
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