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|  Respuesta: [ BOGOTÁ ] Sitios de shows de Striptease, Prepagos, Scorts, Sexturismo, Night Club's y ot
Después de ires y venires, hace algo más de un mes, a finales de Julio, fue posible realizar una salida a chapinero y posteriormente visitar un par de sitios en el sector.
A continuación, consigno algunos comentarios e impresiones sobre este corto recorrido.
Posterior a una cuidadosa lectura del foro de chapinero, me dirigí a la bonita en busca de estrella. No me importaba encontrarme con una mujer dentro de los estándares de lo normal. Quería una experiencia intensa y los comentarios positivos sobre esta prostituta, me hacían pensar que de llegar a encontrarla, tendría altas probabilidades de obtener una experiencia con total plenitud.
Quería machacar su vagina de forma incesante hasta el límite de mis fuerzas y hundirme hasta más no poder en su cavidad anal y que solo mi pelvis fuera la pared que impidiera penetrarla aún más.
Estaba inundado de adrenalina al saber que enfrentaría a una mujer absolutamente permisiva en el acceso a las partes más íntimas de su cuerpo; todo ello sin rodeos, sin protocolos pueriles, sin comentarios insulsos para intentar “romper el hielo”, solo manteniendo el respeto y la caballerosidad que como mujer y como persona se le debe prodigar, logrando de esta manera una vivencia total, abierta, directa y lo más emocionante, bien profunda.
Es que encontrar, de parte de foristas con recorrido, palabras francas sobre una mujer que rescata la esencia de brindar placer, así no fuera la más agraciada, es un verdadero oasis en medio del hostil desierto que significa la deplorable actitud de proxenetas, administradores y sobre todo, de las féminas dedicadas al oficio.
Al llegar al sitio, es obvio imaginar lo primero que hice. La respuesta de quien atiende generó una pisquita de impotencia, y por qué no, también de rabia: “Estrella se encuentra ocupada, quiere que le presente a las otras niñas”. Le respondí que prefería esperar.
Sin embargo, los minutos pasaban, el tiempo se hacía eterno, se dilataba cual demostración odiosa de relatividad Einsteniana.
El fluir de los segundos seguía golpeando mi paciencia, el desespero empezaba a acaparar la atencion. Mi libido alta quería carne, piel, labios y una cavidad estrecha por la cual introducir mi miembro con absoluto vigor. Las dudas iniciaban la infección de mis pensamientos. .Todo ese infierno de ideas y emociones exigían una respuesta, una decisión, un actuar consecuente con lo que buscaba: Una mujer con un nivel de atractivo, por lo menos aceptable, que se dejara atravesar con fiereza.
Los instantes continuaban en su transcurrir inexorable y la cerveza que sostenía en la mano incluso ya me parecía asquerosa.
Volví a preguntar a la mujer de la barra, con una respuesta poco alentadora. Habían pedido más tiempo, pero no quise continuar indagando la magnitud de la adición solicitada. Tal vez había bajado a pagar el tiempo adicional, no lo sé, pero hasta la ulterior publicación de fotos por parte del forista Bogotano, no podía identificarla. No quedó más que pedir botella de agua y buscar otro objetivo, otra víctima.
En ese momento se me sienta al lado una mujer, con el apelativo de Mónica, cuya biotipo y actitud esta descrita mejor de lo que yo podría hacerlo, por el forista sexmelier, en la página 147.
Es de esas mujeres que cuando se presenta, te rasca el interior de la mano, te mira con coquetería y malicia, caminando con un bailecito contoneador que casi invita a la copula. Así que era como unir el hambre y la comida. No podía ser de otra manera. Al estar a mi lado, fui directo al grano y le pregunte lo que me daría si subíamos media hora. Ella fue aún más directa: “Todo, papi, arriba negociamos, nos va a ir bien”. Sabía que me exponía a un fracaso, a ser engañado por culpa de mis ansias, pero se volvía a vislumbrar la posibilidad de tener a una hembra a la cual darle con fuerza por el trasero y redirigir a alguien más, las malvadas intenciones que tenía para estrella.
En definitiva, cumplió lo que dijo. Besos, abrazos, posiciones a voluntad, succión voraz de sus senos y todo lo que la imaginación me inspiró a ejecutar.
En mitad del acto, menciona:
Mónica: "Amor, ya estoy arrecha y quiero que me des por el culito".
Polimorfo: "Cuanto ricura?".
Mónica: "Cuanto tienes?".
Polimorfo: "No tengo mucho".
Mónica: “Pero dime cuanto tienes, que ya lo quiero tener adentro".
Polimorfo: "Solo cuento con 20".
Mónica: "Dame treinta y me das como quieras".
Polimorfo: "Listo hermosura, deja y busco la plata en el pantalón".
Mónica: "No, no, no, me la das al final, ven y lo metes de una vez".
Obedecí de inmediato y vaya que si le proporcione falo por detrás. Se lo empuje con todo los ritmos que se me ocurrieron: suave, lento, profundo, solo puntica, en fin…
Aunque supuestamente, estrella no lo cobraba adicional, tampoco se puede considerar un despilfarro los treinta mil adicionales.
Ya exhausto, cambiamos de condón, y en posición de misionero, el orgasmo nos llegó al tiempo.
Mónica: "Mira bebe, como quede de mojadita", fue el comentario libertino con el cual finiquito el exterminio de su orificio rectal.
Repito lo dicho por el forista Sexmelier. Practica un protocolo de higiene bastante cuidadoso. Alcohol, paños húmedos y desinfección en varias partes. Según comenta, debido a su costumbres laborales en el área de la estética. También en ese sector se siente el influjo de las venezolanas, que han llevado a pique los precios de los trabajos en el área de la belleza, lo cual según argumenta, motivo a la incursión en la actividad de la fornicación por paga. Se presta a debate la veracidad de tal afirmación.
Su rostro es aceptable, término medio, no es linda, pero sería injusto calificarla de fea, máxime que estaba prácticamente sin maquillaje.
Repetiría? No sé? Creo que no. Pero es bastante curioso, porque nuevamente en acuerdo con lo expresado por Sexmelier, la lencería que utiliza le da atractivo, pero sin ella, aunque mantiene unas buenas proporciones, un cuerpo de buena silueta, es como si se adelgazara bastante, como si disminuyera en demasía el impacto inicial que puede provocar.
Nuevamente he fallado en un intento de concisión. Prometo seguir intentándolo. Espero no ser juzgado por esta falencia, de no practicar lo recopilado, por allá en el siglo XVII por Baltasar Gracián: "Si lo bueno breve, dos veces bueno".
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