Denunciante Dorado
 |  Hablemos de gordibuenas I
Calificación: de
5,00
 | A raíz del DESCOMUNAL éxito del que ha gozado el post http://www.denunciando.com/el-y-la-l...xxy-bella.html del compañero @ ISAZAISAZA (a él de paso muchas gracias), y a la vez animado por hechos como que entramos en agosto, tratar de no bajar la guardia en cuanto a aportes en el Foro y lo significativo para mí haber llegado a los primeros 100.000 puntos de reputación en Denunciando, decidí aventurarme a escribir sobre un tema que de entrada a muchos nos parece excitante. Esto último está claro, pero cuando uno le mete cabeza fría al asunto en vez de estar con una mano ocupada en la otra cabeza, ja ja ja, yo al menos me doy cuenta que la cosa no resulta tan sencilla de meterla en una definición exacta porque admite demasiada subjetividad.  ¿Puede esta mamasota (o mamazota) ser considerada como un 'canon' para las gordibuenas?... Es decir, lo que para mí puede parecer una mujer de este estilo de la cual intentaremos descifrar aquí, más o menos, unos “atributos” sine qua non (?), para otro puede resultar absolutamente prescindible dentro de la categorización. Esto es lo bonito de crear este tipo de aportes: saber que uno comparte unas ideas porque le nace para después someterlas a un debate que en principio uno espera que sea amable. Siempre. Lejos de mí pretender que soy un experto, una eminencia, un doctor en la materia; cuando se está dispuesto a aceptar comentarios, sugerencias, preguntas, de paso pueden aprenderse cosas interesantes que uno ni se imagina. O hasta descubrir material que ha estado esperando por ahí guardado para en el momento preciso formar a ser parte del deleite generalizado.
El asunto es de gordibuenas. O lo que cada uno de ustedes, estimados caballeros y apreciadas damas que de una u otra forma muestren interés en el mismo consideren qué féminas son “merecedoras” de esta definición. Si usted quien lee estas líneas es una dama que ha tenido la inmensa suerte de toparse con estas líneas se considera a sí misma una gordibuena, me parece fantástico. Y aprovechando y si no es mucho el atrevimiento al pedírselo, por favor anímese a compartir unas cuantas pics suyas para que gocemos de la inmensa dicha de homenajearla por estos lares como se merece.
Este requerimiento va a manera abierta a todo Denunciante para que este sea otro enlace que cuente con el potencial de ser actualizable con imágenes, digo, más allá de las respuestas escritas que logre generar. Con una condición. Bueno, no tiene que cumplirse a rajatabla, pues, pero sí creo que es lo más idóneo, y es que sean fotos lo más, eh, caseritas y/o casuales posibles. Me explico: sin filtros ni retoques. Puede la mujer estar maquillada, arregladita, sí, o estar vestida para ir a rumbiar, a una cena, una reunión, pa’l cinco letras, en fin, el caso es que no se trate en la medida de lo posible de sesiones fotográficas profesionales, ¿ya me entienden?  Adriana Ríos, una de las consideradas gordibuenas más ‘traqueadas’ en Denunciando Un buen punto de partida para ya entrar de lleno a la cuestión, es contar con una explicación lo más popularmente admitida que se logre hallar de qué es una mujer gorda y qué es una mujer que está buena (no confundir con una mujer buena, que esto ya va es por el lado de la ontología y no de la estética aunque, claro, creo que todos conocemos hembras que para nuestra percepción cumplen ambas condiciones. Maravilloso).
Empezar a considerar ‘gordita’ a alguna es algo muy verraco; está el punto siempre complicado de manejar de que a ciertas representantes de nuestro sexo opuesto decirles o siquiera pensar que son así les resulta tan insultante o peor que mentarles la madre. No es exageración. Y aparte de los arquetipos familiares que hemos desarrollado frente a la imagen de lo que es ser una ‘gordita’, existe el terreno propiamente del estudio de la anatomía que parece tampoco ponerse integralmente de acuerdo.
 Otro de los aportes interesantes de @ Echipiel que encontré para la realización de este post, considerada ‘gordibuena’ por nuestro activo compañero colaborador Me explico: una mujer ancha puede o no ser considerada propiamente gorda, sino ser “clasificada” dentro del nebuloso terreno de lo que hemos optado por nombrar con adjetivos tales como ‘trozuda’, ‘acuerpada’, ‘camionuda’, ‘jamonuda’, ‘carnuda’, y más o menos similares. Aquí ya comienza a jugar otra escala dentro de las siluetas y es el que es conocido como aquellas que lucen ‘fofas’. ¿Están notando que esta vaina es de sacarle agua a las piedras? ¡Bendito! Y eso que no hemos llegado a la definición de estar buena, aunque para mi concepto esto ya es más sencillo de explicar y dentro de un rato se darán cuenta porqué.  Muslos y caderas bien rellenas. Escenario bien, bien casero. La ‘V’ de la victoria se justifica El vientre o la barriga es quizá el punto sobre el que debemos basarnos para redondear hasta donde nos dejen nuestras capacidades mentales la polémica de la gordura de la mujer. Porque no creo que haya *******ia en afirmar que entre menos esta parte del cuerpo sobresalga en un cuerpo femenino su propietaria puede ser considerada delgada o flaca. O esbelta o talladita. Ahora: hay mujeres que se han mandado a realizar cirugías estéticas con el fin no de reducir centímetros de cintura, sino de que precisamente el estómago se les vea plano, sin ningún michelín que ose traspasar las fronteras del pantalón que se pongan. A mí en particular me produce un morbo impresionante ver cómo ciertas mujeres se aventuran con pintas ombligueras sacando a relucir sin pudor alguno el aspecto inconfundible que tienen sus panzas luego de ser sometidas a una lipo. Desde hace rato esto es como exhibir un tatuaje y da para, por qué no, otro tema más adelante.
Y ya que he dicho ‘cintura’ unas líneas más atrás y al recordar a mucha población mujeril, me atrevo a puntualizar como el primer punto clásico de las gordibuenas o de la mayoría de ellas el detalle de que para este caso en particular esta simplemente no está delineada. Para que de pronto me entiendan mejor: es casi imposible pensar en una “verdadera gordibuena” que tenga la famosa ‘cintura de avispa’. Complicado, digo yo. La gracia de una gordibuena o que pueda ser concebida como tal es que en ella ciertos rasgos de angostura brillen por su ausencia y volviendo a mentar la cintura lo preferible, me atrevo de nuevo a recordarlo, es que no sea pequeña o de contorno normal. Así de simple.
 Belleza con estrías Pero, ¡ya me salí de hablar de la gordura para entrar derecho a las ‘gordibuenas’! Ja ja ja. Ok, ok. Como les dije hace dos párrafos previos y para ir cerrando por ahora esta parte, una mujer que está buena sí definitivamente viene más por el lado de la mirada de cada quien. Para ti y usando otro término, puede estar muy ‘rica’ una ‘nadadora’: con nada por delante y nada por detrás. También puede ser una percepción momentánea ocasionada por la presencia mayor o menor de lujuria (o de aprecio) en tu psiquis que te hace considerar a una fémina como tal, sobre todo cuando esta tiende a no considerarse bonita o siquiera simpática a juicio del vox populi.
Doy por terminada esta primera entrega hablando acerca de las llamadas ‘gordibuenas’. Aún hay tela por cortar, queridos Denunciantes, y espero que esta entrega haya constituido un abrebocas apetecible. ¡Gracias por sus visitas!
Por Soyado
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