Los jóvenes lo único que quieren, en todos lados y en cualquier espacio de tiempo, es diferenciarse de los adultos y oponerse al status quo imperante. Esa es su única prioridad. Por eso se dejan el pelo largo, se ponen bluyines entubados y escuchan música a todo volumen.

Por eso, ellos, en un país godo y ultraconservador, se declaran de izquierda, muchas veces sin tener ni la menor idea de que se trata esa vaina.

Si estuviéramos en Cuba, los adolescentes se declararian capitalistas, si estuviéramos en Londres, se opondrían a la integración europea, en Berlín, no soportarian a los turcos, y así sucesivamente. Todo lo contrario a lo que perciben, identifica a sus adultos.

Hay una manera de convertir a nuestros adolescentes en anticomunistas irredentos: dejar que perciban que este país es comunista. Yo la verdad, prefiero dejarlos tal como están y no exponer nuestro modelo economico. Al fin de cuentas, ellos nunca votan, gracias a Dios.