Durante milenios los musulmanes vivieron tranquilos con el resto de las comunidades. El Califato de Córdoba es el vivo ejemplo de lo que era la tolerancia entre diferentes creencias. Por el contrario, es el cristianismo, a punta de cruzadas e inquisiciónes el que se encarga de tirar todo a la mismísima mierda.

Hoy en día, el fanatismo ha hecho que la educación haya dado un paso al costado y en las madrazas ya no se enseña álgebra, astronomía, trigonométria, física o geografía, donde fueron los grandes referentes por siglos, sino El Coran día y noche.

Las gracias del fanatismo. Aquí en el foro tenemos un vivo ejemplo de lo útil que resulta para la sociedad darle protagonismo a fanáticos que no son capaces sino de seguir su dogma con ojos cerrados, sin atreverse a leer nada distinto ni pensar por si mismos.