Todas y cada una de las generaciones se ha sentido siempre más corajuda que la siguiente y a la vez más inteligente que su antecesora. Todos los quinceañero juran que ellos descubrieron el modo de a andar a pie y todos los cuarentones recuerdan su pasado como una odisea pletórica de dificultades y peligros.

Dicho esto, uno pensaría que la mofa a los millenials es la misma que se ha dispensado a las nuevas generaciones por siglos.

Pero en el caso de ellos es absurdo negar ciertas características que los diferencian del resto. Y el punto más importante, creo yo, es el del libre acceso a las redes, no para aprender algo, más faltaba, sino para hacer oír su grandiosa voz y poder insultar a quien se les antoje.

Tuiter es el más claro ejemplo de ello. Una cloaca donde todas las inmundicias se reproducen con celeridad. Todos se sienten con derecho a señalar de ladrón, asesino y violador a quien les dé la gana, sin ninguna base plausible. Tan solo porque pueden, porque hay un canal que lo permite.

Y si se les exige respeto o por lo menos coherencia, se ofenden y se indignan hasta el punto de sentirse "perseguidos" e incluso "acosados" por quienes osan controvertirlos. Unos bebés grandes que hacen berrinche por todo, eso son los millenials, lamentablemente.