El pasado viernes falleció a sus 95 años, Manuel Efraín Londoño Zapata, conocido como “Candelario”, uno de los fundadores del tradicional desfile de silleteros de Medellín.
Londoño Zapata nació el 31 de diciembre de 1923 y era el mayor de los silleteros que participan en el desfile, en el grupo de los Pioneros, junto a su esposa Encarnación Atehortúa, conocida como doña Chon, nacida el 31 de octubre de 1932.
Y aunque participó por primera vez a la edad de 35 en los últimos años no desfilaba debido a su edad, pero si acompañaba el desfile en carrozas o en autos antiguos.
“Comenzamos cuando no éramos ni 40. Vendíamos en la Plaza de Cisneros. Un día David Sánchez nos propuso desfilar por Amador y Cundinamarca para mostrar las flores en las silletas”, le dijo a este periódico en 2015 su esposa doña Chon.
Los campesinos bajaban al centro de Medellín en grupos, caminando cuesta abajo, cargando silletas de flores, ruda y otras hierbas, así como bultos de vitorias y jabón de tierra. Y, de regreso, traían panela y algunos abarrotes, contaba doña Chon.
Año tras año, lució con orgullo las flores cultivadas en el jardín de su casa, en la vereda El Porvenir, donde con su esposa, crió a sus hijos. Tres de ellos silleteros que preservan la tradición de este patrimonio cultural.
El apodo de “Candelario” se lo ganó por su tradición también carbonera debido a su familia. Él, hijo de carbonero y de agricultora de la vereda Mazo. Doña Chon, hija de una mujer fabricante de jabón de tierra y un carbonero.
Las exequias de Londoño Zapata se llevarán a cabo este sábado en el la zona céntrica de Santa Elena, desde las 3:00 de la tarde.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, lamentó el fallecimiento de Candelario y agradeció su aporte a la creación de una cultura valiosa para la ciudad y de una tradición que desde su gobierno se ha protegido y fortalecido.
Óscar Alonso Atehortúa, presidente de la Junta Directiva de la Corporación de Silleteros de Santa Elena, expresó que “los silleteros hacen parte de la identidad de Antioquia. Candelario nos aportó mucho durante todos estos años. Siempre será un ejemplo para nuestra familia. Es triste que hoy se nos vaya. La invitación es para que la juventud se enamore cada vez más de esta tradición y no dejemos morir este patrimonio”.
El Colombiano