Sr. Latinlover, UD si hizo lo que no quise y lo felicito, fui a sirenitas antes del 24, voy a recopilar mis andanzas: en el 2018 la economía estuvo complicada, tanto que me fui a mi pueblo durante varias semanas a tratar de hacer centavos (me salía más barato que vivir en Bogotá), cuadré viaje por vueltas simples a la capital luego de las velitas, ya allí otro parcero del pueblo que se está enviciando me insistió en ir al pugsy (creo que al man le da culillo la seguridad para ir solo), fui sin plata para acompañarlo, solo lo de par polas, algo de ganado a la vista, mi amigo se subió una catana y dijo sentirse satisfecho, eso fue como un miércoles. Para no sentirme con el pendiente al rematar el año, cuadré monedas y al otro día parché para sirenitas, a conocer, pasé por rosquillas de la 64 abajo de la 15 y le habían subido el precio al rato, como 2000 o 3000, nada grave, no vi sino una que me gustó, estilo teen pero veneca, casi quería arrancarle las palabras más que la ropa porque no hablaba gran cosa, así de antipática no me arriesgué y continué hacia el objetivo de novedad puteril. Llegué a sirenitas pasada la tarde, el sitio me agradó en general (aunque los del taller del frente viven mirando quien entra), pedí una pola y la presentación, entre las que me saludaron vi una alta pelinegra y una caribonita, y vía a Sofía (de gafitas) pero juzgué mal, me pareció catana (aunque me quedó sonando) y quería más jovencita, escogí la caribonita, cuadré media hora subimos, me jodí porque me vine rápido, la verdad no fue ella, que aunque veneca se portó bien, no extraordinario pero si estandar de servicio, se dejó tocar, la chupé por casi todo lado (pagué trapeada 10k), los pezones en altísimo, ahí me enteré que era lactante con una bendición de menos de un año, me dio como vaina y aunque no me las negó dijo que le dolían aunque yo las trato suave, le puso actitud y como que se le salía el alimento por esas teticas que no eran más grandes que un durazno chileno, pero como les dije, iba corto de pesos y no llevé mis condones como es mi costumbre, por eso cuando me vine se fue limpiando y arreglando y que tenía hambre porque no había comido nada, sobraron 15 min de la media hora, bajé con esa insatisfacción de haber pagado tiempo de más y no haberme controlado, llevaba más de 6 meses sin divertirme y eso de dejar el vicio resultó contraproducente. Esa fue la historia sin sal de mi primera visita a sirenitas, prometo volver, ya habiendo leído sus lecciones.