Como buen político, saca provecho de los conflictos sociales y ya anunció una marcha de sus seguidores para el 28 de noviembre, día en el que se realizará la de los estudiantes y trabajadores como presión para que se mejoren los aportes a las universidades públicas.

Es evidente que quiere capitalizar a su favor el descontento social, proyectando su candidatura a la presidencia para 2022. Apuesta exitosa pues por cualquier lado gana. Si la sanción persiste se lanzará como víctima del Statu quo y si consigue desmontar la sanción se mostrará como el adalid del pueblo contra la clase gobernante.

Así las cosas, tenemos populismo para rato gracias a las impagables sanciones administrativas, publicidad política gratuita que nuestro inepto y soberbio excalde, aplaude.