Aparte de su carácter farandulero, Duque no ha podido mostrarle al país con claridad el rumbo de su administración. Por el afán de quedar bien con todo el mundo, la ambigüedad es hasta hoy la norma de su mandato. Como quien dicen: "ni chicha ni limoná"

En cambio su mentor se sostiene al tomar distancia de sus polémicas decisiones aunque su imagen desfavorable es ligeramente superior a la favorable, mientras Santos, gozando en Harvard de su retiro presidencial se mantiene en el ámbito de la polarización.

La imagen positiva del senador Álvaro Uribe bajó del 54% al 47%, mientras que la negativa subió del 42% al 48%.

Respecto a Santos, la favorabilidad descendió del 44% al 41%, y la desfavorabilidad aumentó del 53% a 55%.