Respuesta: Pilas: la universidad pública no es ni de Petro ni del Polo Yo también estudié en universidad Pública y los que dicen que allí se presentan varias corrientes de pensamiento, están más errados que un HP gay mandando mensajes ofreciéndole el culo a un hetero.
En las universidades públicas lo único que se respira es izquierda y no cualquier izquierda sino la radical. Allá no se puede nombrar a nadie de la derecha o moderado a no ser que sea que putearlo. Eso no lo puede negar nadie y yo lo aseguro porque en varias discusiones, siempre en grupo, claro está, porque el mamerto es cobarde por naturaleza, atentaron contra mi integridad personal, para no ser un poquito exagerado no digo contra mi vida, por el solo hecho de pensar diferente y no comerles cuento en sus desquiciadas aventuras inmersas en el espeso humo del bazuco.
El faro que debería ser una universidad pública se ha perdido porque los mamertos se la han tomado y la han destruído. Lo poco bueno que tenga una universidad en sus programas e instalaciones, los mamertos se lo tiran.
No es más sino ver que en cada "protesta" o pedrea las instalaciones quedan muy deterioradas y de los escasos recursos de la U, tienen que sacarse partidas para arreglar o reponer los elementos dañados, hurtados o destruidos por los mamertos.
Por otro lado, una forma de atentar contra la universidad pública es también usurpando cupos que le pueden servir a otras personas, esas si valiosas, que quieren estudiar y que ven negada esa posibilidad por miles de vagos, traficantes y mamertos que se la pasan, con el disfraz de "estudiantes" 10, 12, 15 y hasta 20 años matriculados, viviendo en la residencias universitarias y con familias enteras y dedicados a cualquier cosa menos a estudiar.
En una intervención que hicieron en la U, Nacional vi con mis propios ojos que sacaron droga por costales de las residencias, tipos que no tenían nada que ver con la universidad, viviendo sin pagar un peso en las mismas porque se falsificaban los carnés que le dan derecho a un cupo de vivienda, familias enteras, incluidos niños, ancianos y enfermos afincadas por años en ellas y hasta un "estudiante" que tenía viviendo hasta sus nietos en las residencias.
Eso también es un forma de atentar contra la universidad pública. |