La fórmula es novedosa porque no les reduce el sueldo a los que están y garantiza su aprobación. Seguirá congelado hasta que se equipare a los 25 salarios mínimos. En cuatro años, de acuerdo con la proyección inflacionaria, estará alrededor de 24 millones y esto será lo que ganará el que llegue al congreso. Los repitentes seguirán ganando alrededor de 30 millones. En 2026 debe haberse llegado a los 25 salarios mínimos de ese entonces.

Respecto a los "extras", que para muchos parlamentarios es el aliciente de llegar al congreso, seguirán existiendo porque el sueldo bajo o alto no es lo que interesa y, en cambio, rebajárselo les hace ganar votos para continuar en su curul. Ir en contra de la corriente se los resta y le da oxígeno a los rivales.

Al final hay un ahorro en las arcas del Estado por cuenta de los sueldos de los altos funcionarios del Estado.