Esta en sus horas bajas el aspirante a Dictador. Lo de la consulta le salió pésimo: a un gran número de uribistas, que no furibistas, les cayó como una piedra la jugarreta de este fin de semana. Aparte, todos los entuertos judiciales en que esta inmiscuido no paran de rondarlo.

Y acabada la época de elecciones, se desmovilizan todas las bodegas llenas de tuiteros y feisbukeros. Las toneladas de mentiras y memes que circulaban por millones todos los días hace unos meses hoy brillan por su ausencia. El gobierno de JuHampa entonces empieza a ser evaluado como lo que fue: un gobierno corrupto, como sus predecesores, con sus aciertos y desaciertos, y no el desastre apocaliptico que esparcían los bodegueros, donde se gritaba que se había entregado el país a las jaaar mientras que la corrupción entraba por primera vez al país.


Pero no puede el país pensar que ya se esta librando del peligro de ese populismo de derecha. Ya tendrá ocasión de recobrar impulso para recordarnos de que estamos hechos los colombianos. Camanduleros, hipocritas y "vivos como ningunos", eso somos.