el problema del escrito es el título porque de inmediato prima en el lector lo ideológico y no lo histórico dado el rechazo que suscita el nombre de timochenko, pero si se quita el nombre y se estudia el contenido cambia el panorama.

Si en vez de ese título, se hubiera puesto simplemente "el gobierno de transición de duque!" se leería sin prevención y se estaría de acuerdo con algunas de sus tesis.

El haber conseguido el gobierno de santos desmovilizar a la mayor parte de una guerrilla a la que el estado no había podido derrotar en 52 años, por fuerza cambia el panorama político hacia el futuro. De esta manera, el siguiente gobierno, ganara quien ganara, le correspondía consolidar lo ganado, corregir los errores y dirigir el país hacia un nuevo rumbo.

Eso lo entiende todo el mundo, empezando por el fmi, las centrales internacionales de riesgo, los inversionistas, los analistas y los mismos políticos, incluyendo al propio duque que, inteligentemente, no ha desandado lo andado. Fortalece lo bueno, corrige lo malo y se dedica a solucionar los urgentes problemas que el conflicto armado había aplazado como la corrupción.

Por eso es un gobierno de transición, es decir, el gobierno puente entre una era y otra y los historiadores lo recordarán por eso como se recuerda el de lleras camargo, por ejemplo. ¿cuál es la nueva era? No lo sabemos y depende de duque. Si hace un buen gobierno y está dando puntadas para creer que lo va a hacer, abrirá la puerta para una era democrática de prosperidad que nos aleje de los populismos de izquierda y de derecha.

Si, por el contrario, su gobierno profundiza en la polarización y gobierna sólo para los suyos, el populismo de petro cobraría fuerza y dada la votación que obtuvo en las pasadas elecciones, podría ganar en 2022, inaugurando una era caótica de extrema izquierda, con consecuencias nefastas en lo económico, lo político y lo social.

Pero creo que duque va por el camino correcto con un gobierno responsable que busca consolidar lo ganado y poner los cimientos de una nueva colombia moderna que busque el progreso y la inclusión social en beneficio de las generaciones futuras.

En este sentido, no es el gobierno de transición que quería timochenko que se imaginaba uno estilo petro que le abriera las puertas a la extrema izquierda sino uno democrático que acercara el país al centro político, lejos de la nefasta polarización de izquierda y derecha que tantos males ha causado.

Duque, por lo que se ve y guardando las proporciones, retoma las tesis liberales que en el pasado defendió luis carlos galán y más atrás lleras restrepo y alfonso lópez pumarejo, metiendo de lleno al país en el siglo xxi, con gobiernos responsables, alternancia política y oposición razonable.

Aunque es pronto para decirlo, pero al parecer el presidente duque está haciendo una nueva historia y hay que celebrarlo.