Después de la cantidad de sandeces del casi bachiller Macías y del catálogo de verdades a medias y mentiras del aviso de prensa, sale a flote la realidad económica del país. Se recibe con dificultades, pero fue mucho peor como lo dejó Pastrana, dice el ministro Carrasquilla.

¿A quién creerle? A un ignorante y una secta de fanáticos o a un experto economista?

Cita:

Carrasquilla, más duro con Pastrana que con Santos Por NOHORA CELEDÓN · 17 DE AGOSTO DE 2018 Ayer en su presentación en el Congreso Empresarial Colombiano de la Andi, el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo que si bien recibe problemas fiscales complicados del gobierno de Juan Manuel Santos, la situación fiscal era peor en el 2002, cuando recibió el gobierno de Andrés Pastrana. Esta afirmación ya la había hecho en la rueda de prensa del presentación del plan económico de este gobierno cuando dijo: “(En el empalme) no encontramos ningún problema que no se pueda resolver. Yo estuve en 2002 y la situación era muchísimo más complicada de lo que vemos hoy en día”. Eso es llamativo porque mientras Pastrana fue uno de los principales aliados de Álvaro Uribe y del Centro Democrático en la pasada elección presidencial, Juan Manuel Santos es uno de sus grandes enemigos. Además, uno de los caballitos de batalla del uribismo contra Santos ha sido el manejo de la economía. Por eso es llamativo que el diagnóstico económico de Carrasquilla, que no solo es el Ministro de Hacienda sino que fue el principal soporte programático de la campaña presidencial de Iván Duque, difiera de la visión apocalíptica del país que pintó el Centro Democrático en esa campaña. También, que esté tan lejos del aviso -que mezcla verdades, mentiras y exageraciones- que publicó el partido en los principales medios del país el pasado 7 de agosto y el discurso de ese día del presidente uribista del Senado, Ernesto Macías. Carrasquilla muestra una perspectiva más optimista justo cuando es el encargado de llamar la atención de inversionistas potenciales al país. Esos títulos del tesoro no se van a vender solos.

Fuente: La Silla Vacía