La historia será más benévola con la administración de Andrés Pastrana que las recientes encuestas de opinión. Con el paso de los años se reconocerá con mayor favorabilidad la gestión política y económica del actual Presidente. Pero desde ya nuestro balance del cuatrienio que expira la semana entrante es positivo en varios frentes. Sin desconocer la gravedad de problemas como el desempleo, la situación de orden público, el pobre crecimiento económico, las precarias finanzas públicas y la ineficiencia de buena parte del ******o estatal, vale la pena registrar la otra cara de la moneda - la contribución de un Presidente y un equipo de gobierno que trabajaron intensamente en favor de todos los colombianos.

La principal frustración nacional es hoy en día el fracaso del proceso de paz , que fue la mayor esperanza sembrada por Pastrana. Pero nadie puede desconocer el gran esfuerzo del primer mandatario y sus Comisionados y asesores de Paz; el gobierno fue generoso, creativo, arriesgado, se jugó a fondo todo su capital político, en una apuesta por la paz sin precedentes. Por lo tanto, la culpa de la ruptura de las negociaciones recae exclusivamente en los líderes guerrilleros - miopes, egoístas, mentirosos.

Al haber adelantado un proceso de paz tan generoso, Pastrana le dio una enorme legitimidad al Estado. Nadie, -ningún ciudadano colombiano común y corriente, ni la guerrilla, ni la izquierda, ni la comunidad internacional- pueden desconocer que el Estado le tendió la mano a la subversión, que se le dio una oportunidad de oro para deponer las armas y participar en la reconstrucción nacional. Esa legitimidad es absolutamente indispensable para que el gobierno entrante tenga todo el poder moral para combatir a la guerrilla.

En el gobierno Pastrana la guerrilla no fue derrotada militarmente. Pero en el terreno político la subversión fue aplastada. Hoy en día el apoyo popular a las FARC y al ELN es cero. Ese es un logro inmenso, fundamental para que la sociedad colombiana pueda progresar. En otros frentes hubo soluciones y avances significativos: se estabilizó la economía (no hay que olvidar que el gobierno actual recibió una terrible herencia económica del gobierno Samper), se sorteó con éxito una muy delicada crisis financiera, se reactivó la construcción, se estructuró una estrategia y un trabajo en equipo (sector público y privado) para darle competitividad a las exportaciones colombianas, se lograron avances en salud y en educación (reconocidos recientemente en un informe de Naciones Unidos), se fortalecieron como nunca antes las Fuerzas Militares, las relaciones internacionales de Colombia llegaron a su punto más alto en la historia.

Así pues, no son pocos ni de escasa importancia los logros concretos de Pastrana y sus colaboradores. Es cierto que la lista de sus errores y vacíos no es corta ni de poca monta, pero no se pueden desconocer sus muy valiosas contribuciones a Colombia.


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