En los tres o cuatro años que llevo buscando sexo sin amor por unos pesos nunca me habían pasado las cosas que me han pasado en la última semana. Por las circunstancias tan particulares de este cuento elijo no dar nombres verdaderos ni lugares, especialmente porque si hago la típica reseña muchos puteros no la considerarían como una buena incorporación al harén porque ninguna de las dos veces hubo corrida y la chica en cuestión tampoco le hace muchas ganas a eso por lo que pude notar.

Salí de trabajar el viernes y andaba super estresado por una semana durísima donde tuve que hacer dos turnos dobles así que habiendo plata decidí ir a que me dieran un masaje. Llegué, se presentaron cuatro chicas de las cuales tres tenían cara de ser unas vacas muertas cansonas y una flaquita que por motivos que todavía no termino de comprender me llamó la atención sin ser la más linda que me haya atendido. Se presentó como Luna, llevaba una falda larga y una blusa blanca como en plan hippie-new age-hipster y era blanca casi palida. Como se me hizo tan peculiar que se vistiera así para tramar bobos como yo y siempre he sentido debilidad por las peladas de piel así de blanca, la pedí, me explicó los servicios y a por ello.

Pedí media hora y la actitud de la chica al principio parecía muy distante. Generalmente soy de los que se charla a las peladas para entrar ambos en confianza pero por algún motivo Luna no me inspiraba eso. Lo único que me atreví a preguntarle era que cuanto tiempo llevaba ahí y me dijo que una semana.

El masaje lo hizo muy bien (al menos para el estándar de la típica nena que solo echa aceite y ya), luego me hizo dar la vuelta, me cogió el amigo y comenzó a estimularlo de una forma que nunca había sentido antes. Por lo visto sabe utilizar bien las manos cuando se trata de eso porque jurado que no había pasado un minuto y ya me iba a correr. Me dio por prestar atención a cual era el truco y lo que hace es que con una mano jala y con la otra extiende la palma para que al momento de jalarlo de la impresión de que está entrando en una zona estrecha. No sé si sea lo más normal o lo que más se acostumbra, pero si es la primera vez que me hacen esa.

Como ya estaba que me venía me pare y comencé a besarle el cuello. Quise buscarle la boca pero me dijo que no daba besos, que eso era como 20 k adicionales. Lo compensó un poco acostándose encima mío todavía con la mano moviendo a mi amigo mientras, vea usted, comenzó a morderme el cuello. Me preguntó si había problema y le dije que no. Como todavía estaba en ropa interior quise quitarle el brasier, pero cuando se dio cuenta del movimiento Luna me preguntó si no quería ir a las duchas con ella. Se me hizo algo extraño porque esa es como la invitación a largarse del spa, pero me aclaró que uno podía escoger entre masaje o ducha para pasar el rato. Como nunca había estado en la ducha con una chica (al menos aparte del rato que uno se está con una de ellas mientras se asea) le dije que si.

Entramos y ahí fui yo el que tomó la iniciativa. Comencé a buscarle los pechos que son chiquitos y tal vez por eso me gustaban tanto, luego bajé al abdomen y le fui buscando de a poquito la concha con los dedos. Creo que le hice cosquillas porque comenzó a reírse y me dijo que parara. En eso me pasó la mano para su culo, que tenía buena forma sin ser despampanante a primera vista. Se dejó meter el dedo sin problema y ahí si se comenzó a poner interesante la cosa porque me anime con dos dedos y la nena ya gemía en voz baja. Se dio la vuelta, comenzó a besar y morder mi cuello con una pasión que me desbordó. Le ofrecí mis labios y también los mordió de una forma tan deliciosa como inesperada por aquello de que no daba besos. En ese momento quise creer que la calenté lo suficiente para lograr esa reacción, pero lo más hp es que luego cogió al amigo, se lo puso en la concha, se abrió apoyándose en las paredes de la ducha y comenzó a darle de una manera bestial. Lamentablemente cuando ya se estaba poniendo buena la cosa golpearon la puerta para avisar que se había acabado el tiempo. Cuando nos vestimos le pedí a Luna el número y luego me dijo la administradora que nos habíamos pasado del tiempo y me tocaba pagar más. Le dije que solo tenía 10.000 en el bolsillo y que si con eso podíamos quedar en paz. Me dijeron que si y se disculparon por no avisar a tiempo.

Ayer salí de hacer unas vueltas que me tomaron todo el día y como otra vez tenía plata y tiempo decidí volver a buscar a Luna, pero esta vez en vez de pedir media hora pedí una hora. Nuevamente se mostró fría cuando comenzamos pero con la diferencia de que ya tenía mucho más claro cómo calentarme y así lo hizo. Otra vez casi me hace correr antes de tiempo, pero noté que no hacía el oral completo. Quería preguntarle al respecto pero en parte por la empatía que siento con las peladas que son tímidas y en parte porque no quería cagarme el momento no dije nada. Otra vez hice que se recostara encima mío, otra vez comenzó a morderme pero nuevamente evadía mis besos. Sonreí, y nuevamente me invitó a ir a las duchas.

Así como ella tenía más claro cómo calentarme, yo tenía más claro qué podía probar con ella en la ducha. Le pasé la lengua por todo el cuerpo, le mordí las nalgas, los pies, los pechos, el cuello y las orejas y en algún punto decidí hacerle doble penetración con los dedos hasta que en algún punto le pase los dedos mojados por los fluidos de ella en los pechos para comenzar a lamerlos. En algún punto como que se dio la vuelta, me agarro y comenzó a morderme todo hasta hacerme quedar inmóvil, disfrutando del momento. Decidí buscarle los labios y, jueputa, juro que nunca había besado ni me habían besado con esa pasión, esa lujuria y esa ternura a la vez. Nos mordíamos los labios y buscábamos la lengua del otro de una manera que incluso si vuelvo a verme con ella veo difícil que resulte igual de excitante.

Trato de no empelicularme mucho con los por qué de ese cambio de actitud en la nena porque como puede ser un entendimiento muy hp entre ambos, bien puede ser mero compromiso de la nena en los momentos clave del negocio. El caso es que salí super abrumado de esa ducha y Luna, que no se había despedido la primera vez, esta vez sí lo hizo con beso incluido. Quería decirle muchas cosas sobre lo especial que fue eso (no solo por sinceridad o para tenerla en un pedestal por aquello de pedirle descuento cuando toque, sino como para darle moral a la chica más allá del negocio) pero no me atreví. Nos despedimos de beso y Luna hasta se tomó confianza para molestarme diciendo "juicioso no?". Respondí la gentileza diciendo "si vengo es porque no quiero estar juicioso".

Cuando volví me llevé una sorpresa mirando las sugerencias de contactos en Facebook y encontrando a Luna con tres o cuatro contactos en común. Eso tomando en cuenta que no la podía encontrar con el número de celular y no tendría sentido buscarla por su nombre de trabajo. Aunque tenía algunas dudas por el rostro en cuanto vi algunas fotos de ella en traje de baño me di cuenta que varios de esos detalles ya habían pasado por mi lengua, ¿Tan desarrollado está el algoritmo de Facebook? ¿O tan putamente de buenas estuve?

No sé, pero el caso es que viendo el perfil fue que entendí por qué Luna es como es y por qué despertaba esa fascinación: parece que se le da bien el tema de las palabras (como que es escritora freelance o algo así) y es madre soltera. Sospecho que el niño lo tuvo siendo menor de edad porque en las fotos parece que tuviera ocho años y ella si no tiene la misma edad que yo no es mayor. Me preocupa un poco haberme enterado de eso porque la empatía que sin duda siento por Luna puede degenerar en otra cosa más fregada.