En post anteriores, se describió el intento de probar una negra que diera rienda suelta a la fantasía de disfrutar de una mujer de color sin éxito alguno, porque los resultados fueron sumamente negativos. Paginas 1374 y 1485.
Esta vez, puedo decir que se cumplió la fantasía con LA MORENA MELANY.
Me encontraba haciendo un recorrido por el sector, cuando en la esquina de la carrera 15 con calle 24, me impresionó ver a una mujer negra de buena talla, bastantes acuerpada y de curvas sensuales.
Con tacones altos, posiblemente alcanzaba los 1.78 a 1.80 cm de estatura, me detuve un momento, observándola, analizándola, LA CURIOSEABA mientras rebobinaba todos los consejos asimilados en la lectura del foro, intentando extraer toda aquello que me permitiera decidir a abordarla.
Sus gestos eran animados, expresivos, aunque inconsciente que la detallaba al estar inmersa en alguna sencilla conversación con otra chica, de un momento a otro, ella gira su cabeza, como aquella depredadora que ronda el panorama en busca de una posible presa e inmediatamente se da cuenta de que tiene un vigía, clavando su mirada en aquel que a pocos metros se encuentra como centinela de su cuerpo, revisando cada palmo y cada ángulo de sus carnes. Acto seguido a este encuentro de miradas, se acerca suavemente, con un delicioso contoneo de caderas y una fricción de muslos que en cada paso que da, incrementa mi libido de manera irreversible. A menos de un metro, lanza una sonrisa cuya mezcla de picardía y lascivia, manifiestan que amerita confrontarla y realizar la charla de rigor para acordar el encuentro.
Antes de pronunciar palabra, coloca una de sus manos en mi pecho y la otra la desliza provocativamente hacia el miembro articulando: “Hola, papi, ¿ no vamos a ir?” Le respondo que “depende” de cómo se porte y de lo que ella me pueda brindar. Se queda mirando, sin borrar su sonrisa, esperando mis exigencias para ella mostrar sus cartas.
Le pregunto por besos en el cuerpo, besos en la boca, sexo anal, felación a lo que suelta una carcajada explosiva y dice “Pela…….queeee”. Ese gesto de alegría hace que fije un poco en su rostro. Es simpática. Con los rasgos de casi toda mujer de color: nariz gruesa y labios carnosos. Cambio el término que no entendió y de una lo reemplazo por sexo oral y admite que es uno de sus fuertes. De los besos en el cuerpo, contesta que todos los que quiera y responde que el sexo anal le duele y que lo realiza solo cuando está muy excitada, lo cual enciende mi morbo, como aquel soñador que se imagina el desafío logrado de haberla estimulado lo suficiente para despedazar su trasero. En cuanto a besos en el cuerpo, solo afirma “Hmmmmmmm”, vuelve a sonreír, y añade “Piquitos pero puede mejorar”.
No es la mujer desaforada, que ateniéndose a sus respuestas, pasaría la prueba de una vez, pero se muestra permisiva, accesible, tolerante, merecedora de una oportunidad. Negociamos en 35.000 el rato y al dirigirnos a la habitación, comenta que se hace llamar Melany, procedente de Cali y que voy a quedar contento.
Una vez adentro, pude dilucidar que sus pechos y trasero son operados, pero la verdad, encajan bien a su contextura, sin mostrarse desproporcionados, tal como si sucede con otras aficionadas del quirófano.
En su cuerpo desnudo, vislumbro curvas, firmeza, juventud, en fin, un bocado con el que me quiero atragantar.
De inmediato la abrazo fuerte y nuevamente le pregunto si me va atender bien, a lo que replica “Me voy a entregar a ti”. Ante semejante frase, guardo silencio. Mis labios solo se dedican a recorrer su cuerpo, a besar su cuello, a bajar a sus pechos y disfrutar de esas enormes mamas, que se sienten duras, casi erectas, pero muy suaves al tacto. Beso una, beso la otra, se las chupo, se las succionó, las meto todo lo que caben en mi boca, las lamo, ensalivo y quedo absorto en sus pezones que siento como se solidifican ante mi obsesiva estimulación.
Empieza la pasión, noto como su respiración se agita, asciendo hasta sus labios y nos empezamos a besar de forma encarnizada. También responde y nuestras lenguas se entrelazan frenéticamente. Le gusta, si , es innegable, pero al cabo de un momento, me interrumpe, agarra mi barbilla con suavidad con una de sus manos y dice algo que he escuchado de otros foristas pronunciar a Natalia de Troya : “Bebe, ten cuidado que los besos enamoran” a lo cual replico “Que más da, que pase lo que tenga que pasar”, mencionando de forma cálida “Eres muy caliente papi”. Se aleja un poco, toma el condón y me charla “Te voy a hacer la Pelacion”. Le Exprese: “No corazón, es felación, bueno no importa…lo que vale es que chupes con ansia”. No me lo hace al natural, pero no replico, no alego, quiero ver y sentir que tal lo ejecuta.
Es buena, dedicada, comprometida. Lo mete todo en su boca y se esfuerza por demorarlo ahí, lo saca y empieza a chupar escroto. Vaya, vaya… que agradable que se siente. Combina esta acción junto a la ensalivada profunda del glande. Lo consiente, lo roza con su rostro y lo soba con su pecho.
Después de unos minutos, parece que me ha leído la mente y acto seguido abandona la acción para colocarse en cuatro.
QUE DELEITE METERSELO HASTA EL FONDO DE UNA!!! , estimulo su clítoris con mi mano, acaricio sus piernas, su espalda, bajo mi torso y le beso la parte trasera del cuello, vuelvo a enderezarme y la agarro duro de las caderas para darle con fuerza, con toda mi pasión y ganas. Otra vez empieza a gemir, es ella quien ahora se auto estimula, quedando apoyada en solo uno de sus brazos. También se mueve, buscar encontrar el timing para hacer concordar mis empujes con su vaivén de caderas. Lo logra. Hay furia y mayor profundidad en cada metida. El choque con sus voluminosas y firmes nalgas se acrecienta, el movimiento es casi de locura. Siento que voy a explotar…
Me excusan lectores, por favor, ………debo interrumpir el relato, ese es el problema de estar narrando asi, de forma descuidada, sin separar el momento y eso no se hace, los lectores merecen respeto, no post troceados. Es deuda continuar cuanto antes. Ojala me crean, porque debo un relato con Lorena “la Hinchada” acaecido hace mucho más tiempo que este.