El 24 de septiembre de 1969, Corinthians venció 2 a 0 a Cruzeiro por el torneo de Brasil. Un fuerte rechazo de Ditao, zaguero del cuadro paulista, impactó de lleno en el rostro de Tostao, provocándole un desprendimiento de retina en su ojo izquierdo.

El delantero era una pieza fundamental de la selección y a raíz de esa situación, muchos pensaron que sería baja para el Mundial de México. Pero en Tostao se destacaban tanto su calidad como futbolista como su tenacidad y por ello se realizó cinco cirugías en los Estados Unidos, que le permitieron estar presente en la Copa del Mundo, consagrarse campeón y formar parte de una de las mejores delanteras de todos los tiempos, junto a Jairzinho, Gerson, Pelé y Rivelino.