Eso me llamó la atención, pero si miramos la ficha técnica encontramos la explicación. En la encuesta de Yarumo, por ejemplo, se entrevista no sólo a los que van a votar sino a los que probablemente van a votar y a los indecisos que tal vez voten. En la de Datexco (por eso publiqué la ficha técnica) se entrevista únicamente a los que decidieron votar o probablemente van a hacerlo.

De todas maneras, publico la encuesta por simple diversión. Me encanta ver a los fanáticos de uno y otro lado, descalificando las encuestas que los desfavorecen y ensalzando a las que los declaran ganadores, mientras se desparraman en insultos, se muestran los dientes y nos dibujen con letras de sangre el apocalipsis de ganar el de la secta contraria.

Pago por ver el 17 de junio a las cinco de la tarde las caras de los José Obdulios y Hollmans, pataleando o celebrando. Va a haber histeria, de la buena o de la mala, pero histeria al fin y al cabo y al final borrachera de victoria en los unos y llanto y crujir de dientes en los otros.

Respecto a lo que yo creo, el salgareño va a subir su votación alrededor del 15% aproximadamente, es decir, puede llegar a sumar entre 8.500.000 y 9.000.000, mientras Petro puede estar entre los 5.500.000 y los 6.000.000. El voto en blanco podría estar alrededor de los 2.000.000. En resumen, Uribe le puede sacar de ventaja a Petro unos 3 millones de votos.

Pero que un candidato de izquierda saque 6 millones de votos en la Colombia neoparamilitar, hace un año nadie lo hubiera imaginado. Descomunal votación porque indica que el país por fin se liberó del coco de las Farc y se abren otras opciones políticas que pueden ganar el poder en el futuro.

El reto ahora es ganarle la lucha a la corrupción y en los próximos años desterrar a las sectas promoviendo un país en el que, dentro de la diversidad, todos luchemos por mejorarlo.