Los colombianos no le han dado la importancia que tiene,pero esta es una de las mejores noticias de los últimos años.

Este club de las buenas prácticas disciplina a sus miembros en lo económico, puesto que la transparencia, la eficiencia y la sostenibilidad son requisitos fundamentales para estar en él.

Colombia debió pasar por decenas de filtros y siete años de escrupuloso escrutinio sobre su economía para conseguir ser aceptado como miembro.

Ser de la OCDE abre la puerta a muchos inversores que solo lo hacen en países de la OCDE. Además, abarata los créditos y minimiza sus requisitos.

De igual manera, obliga a los gobernantes futuros a tener disciplina fiscal, una excelente política de empleo y evitar tentaciones populistas como la nefasta "familias en acción".

Gran impulso a la economía, a los puestos de trabajo y a una mejor calidad de vida es lo que espera a Colombia en los próximos años.

Sólo resta que hagamos bien la tarea y elijamos mañana a un buen presidente, lejano de los dos populistas que encabezan las encuestas.

En lo que ami se refiere, Fajardo es el mejor. La educación como principal activo de nuestro país es la herencia que le dejaremos a las próximas generaciones.