Estar dentro de un espectro de pensamiento político no determina la inteligencia de una persona. No obstante, la historia se ha encargado de demostrar más de una vez que la economía de mercado y un sistema político que defiende las libertades individuales (véase capitalismo) siempre ha sido más eficiente y capaz de resolver los problemas de una sociedad que aquellos sistemas de economía planificada y libertades restringidas o nulas (ejemplo: el fascismo y el socialismo).

La inteligencia no está sujeta a seguir unos u otros ideales, pero la inteligencia se vuelve cuestionable cuando no va acompañada del sentido común. Que mayoritariamente los partidos de centro-derecha en adelante hayan abrazado estos ideales es harina de otro costal.

Enviado desde mi Moto G (4) mediante Tapatalk