Jejeje, con míseros porcentajes en las encuestas, al nieto de Lleras Restrepo le tocó recular. Convencido de que hablar pestes del proceso de paz que acompañó durante siete años le sumaría muchos votos de la derecha, incluyendo los del CD, la realidad lo aterrizó en el barro del sótano.

Así que le tocó patrasearse y ahora resulta hablando suavecito del proceso de paz a ver si consigue en estas pocas semanas rasguñar votos del centro.

Eso le pasa por faltón, le dirían en Antioquia y como el pastorcito mentiroso, ya nadie le cree, empezando por la U y los godos que ya miran para donde Duque. Es que con perdedores nadie se mete.

Tiene maquinaria para soportar el trago amargo de la derrota, impensable hasta hace pocas semanas donde se daba casi como seguro contrincante del que dijera Uribe en la segunda vuelta.

Pero como se ven las cosas, no va a haber segunda vuelta, y si la hay, Petro le corrió la silla y será el subcampeón con derecho a curul.

¿Cómo le quedó el ojo, Varguitas? A ver, despierte, o se gana un coscorrón.