Apuesto a que el comentario que le suscitará esta columna de Juan Lozano a nuestro estimado Ricardóñez, será: "jajajaja, los zurdos son un circo".

Lo malo del cuento es que no la escribe un zurdo sino un uribista serio e inteligente (materia escasa en aquellos lares), aunque a veces se le vaya la mano en la defensa del salgareño.

La preocupación por el crecimiento de Petro aumenta con los días, incluso dentro de los más recalcitrantes de la secta ubérrima, como el rapaz Londoño quien no entiende "que ese personaje llene plazas".

Ojo, no hay enemigo pequeño y como van las cosas, tirándose la vajilla entre uribistas y vargistas, y haciéndose el feo entre fajardistas y callejeros, don Petro va a pescar en río revuelto.

Cita:

Petro, con un pie en segunda vuelta Esto se disputará voto a voto, y las propuestas de futuro serán determinantes. Por: Juan Lozano 18 de febrero 2018 , 11:48 p.m. A estas alturas, quien más cerca está de asegurar su cupo para segunda vuelta es Gustavo Petro, y, aunque las cosas todavía podrían cambiar, la tendencia del crecimiento del respaldo popular que está obteniendo de cara a la primera vuelta es innegable. Petro ha logrado capitalizar una amplia gama de inconformidades contra los políticos, contra las instituciones y contra los poderes establecidos. Hay un evidente cambio de naturaleza de esta campaña: ya no se trata de establecer si tenían razón los uribistas o los santistas, ni tampoco de prolongar el pulso entre el sí y el no. Está en juego el conjunto del modelo institucional, económico y productivo del país. Y la narrativa de choque de Petro ha sido muy contundente. Le ayudan a Petro los escándalos de la clase política tradicional y las dificultades que enfrenta el alcalde Peñalosa, a quien le ha tocado lidiar con la herencia inclemente de una institucionalidad distrital que le dejaron en crisis. Resulta favorecido también por las heridas recíprocas que se causaron las toldas gobiernistas y las de oposición. Se hirieron, ofendieron y maltrataron tanto que le dejaron a la opinión pública un saldo de incredulidad y hastío. Y lo favorece inmensamente que ‘Timochenko’ sea candidato presidencial, pues mucha gente deja de ver a Petro como el candidato extremista de las guerrillas. Por otro lado, la escala de Clara López en una campaña respetable pero con limitadas posibilidades de triunfo como la del doctor De la Calle, dejando a su mejor gente en la lista de Congreso de Petro, le permitirá mantener prendida su aspiradora de votos de izquierda para que todos ellos, Clara incluida, le lleguen para segunda vuelta. Sergio Fajardo sigue avanzando fiel a su estilo, a pesar de que en el corto plazo puede ser el primer damnificado del crecimiento de Petro, pues se le están llevando algunas de las banderas que encarnaban Claudia López y Jorge Robledo contra la política tradicional. Ayer, Fajardo escribió un trino que da cuenta de su buena pasta: “Nos hacen creer que la política está condenada a la rabia, la trampa, el insulto. Me resisto a actuar de esa manera. No creo en eso, ni en la política ni en la vida. Se puede vivir sin amargura, aunque las cosas sean difíciles. Creo en la serenidad, en la decencia y en la alegría”. Por los lados de la consulta de Marta Lucía Ramírez, Iván Duque y Alejandro Ordóñez, el reñido cabeza a cabeza entre dos personas con enormes virtudes como Duque y Marta Lucía, en un escenario en el que Ordóñez sigue vivo mientras le pasan facturas a Duque algunos de sus compañeros del Centro Democrático, hace inciertos el resultado y la consolidación de un candidato. Eso ha dilatado un crecimiento fuerte en las encuestas presidenciales. En todo caso, cuando ello ocurra, el candidato o candidata triunfante será fuerte y lo hará bien. En ese contexto, mientras otros se dedican a seguir peleando con Santos, quien se está proyectando explícitamente como el más caracterizado rival de Gustavo Petro es Germán Vargas Lleras, quien viene adelantando, juiciosos documentos en mano, una campaña fértil en materia de propuestas y agenda de gobierno, mostrando experiencia y prometiendo futuro. Las elecciones de Congreso, con todos sus bemoles, le aportarán un impulso significativo a su estructura política. Dicen que duplicará su fuerza parlamentaria y que ya tiene en su cauda importantes dirigentes conservadores, liberales y de ‘la U’. Cuando estoy escribiendo esta columna veo imágenes multitudinarias de su concentración en Cúcuta. Multitudinarias. La cosa se definirá voto a voto en este momento tan delicado para el país. Se equivocan quienes subestiman a Petro, y, aunque aún las cosas pueden cambiar, tiemble quien tiemble, gústele a quien le guste, ya tiene un pie en segunda vuelta. JUAN LOZANO

Fuente: El Tiempo