Ahora todo es acoso y las feminazis del mundo se unen para reclamar a los hombres que la masturbación es una violación telepática.
El feminismo logró grandes victorias en el siglo XX, pero desde hace un tiempo para acá toda esa filosofía de la igualdad de género se ha retorcido bastante. Mientras que hay mujeres luchando porque hombres y mujeres tengan un salario equitativo y las mismas oportunidades de éxito económico y laboral, otras féminas se encargan de pensar en los argumentos más ridículos contra el machismo.
Ahora todo es acoso y las feminazis del mundo se unen para reclamar a los hombres que la masturbación es una violación telepática.
El feminismo logró grandes victorias en el siglo XX, pero desde hace un tiempo para acá toda esa filosofía de la igualdad de género se ha retorcido bastante. Mientras que hay mujeres luchando porque hombres y mujeres tengan un salario equitativo y las mismas oportunidades de éxito económico y laboral, otras féminas se encargan de pensar en los argumentos más ridículos contra el machismo.
Claro que cuando se trata de acusar a los hombres, cualquier cosa sirve. Pero esta vez las feminazis dieron un paso muy exagerado y comenzaron a compartir en Twitter el colmo de los peores argumentos. Según ellas, cuando un hombre se dedica al sano placer de masturbarse, está cometiendo una violación telepática.
Acepto eso pero cuando un hombre se masturba pensando en una mujer que conoce en la vida real sin su consentimiento, eso es violación telepática. Es enfermizo. Incluso afecta a la víctima aunque no se de cuenta pero disminuye su energía.
Según el feminismo del 2018, un hombre no le pide permiso a una mujer para tocarse pensando en ella. Y como no existe un consentimiento por parte de la mujer en cuestión, ella está siendo violada con el pensamiento y eso disminuye su energía.
Por supuesto que no dicen absolutamente nada acerca de lo que pasa cuando una mujer se toca pensando en un hombre y eso es parte de la incómoda doble moral que suelen manejar las ultradefensoras de las axilas sin depilar.