No hay peor ciego que el que no quiere ver. Mientras en la derecha se rasgan las vestiduras porque Timochenko es el candidato presidencial de la Farc, no ven que el verdadero peligro de volver a Colombia una Venezuela chavista se llama Petro.

Si una encuesta lo diera como puntero vaya y venga. Se puede alegar error en la metodología, sesgo político, compraventa de intereses por cuenta del contratante, pero que todas las encuestas muestren la misma tendencia y que los que pagaron por ellas sean los medios tradicionales, ya es preocupante.

No podemos decir que RCN sea un medio zurdo, mucho menos El Colombiano, ambos abiertamente uribistas. Tampoco que El Tiempo de Sarmiento Angulo le esté tendiendo tapete rojo a Petro para que llegue al poder y se les tire el negocio y ni hablar de El Universal, el periódico tradicional de Cartagena.

Ya el status quo está preocupado por el crecimiento de Petro. Hoy mismo, María Isabel Rueda lo destaca en su columna dominguera. También El Espectador trata de explicar lo que está pasando y adcierte: "lo cierto es que en las clases populares le creen a su propuesta de la Colombia Humana."

La corrupción es tan grande y la gente está tan airada que puede dar un salto al vacío en estas elecciones, como lo hicieron los venezolanos eligiendo a Chávez y terminen llevando a Petro a la presidencia. Ojo, el enano se creció y no es tapándonos los ojos como impedimos el desastre.