El resumen podría ser, zapatero a tus zapatos. El problema es que esta creencia ha gobernado el país por muchos años. Incluso, hasta 1991, el país se le consagraba al Corazón de Jesús cada año, y todavía se paraliza una semana para conmemorar el martirio de su líder.

En la Constitución el Estado es laico; en la práctica sigue siendo confesional y para la muestra, los cristianos pusieron muchos votos en contra del proceso de paz porque ofendía sus creencias por aquello de la supuesta ideología de género.

Ahora se declaran salvadores de la moral y aunque atomizados, la mayoría de protestantes y los católicos fundamentalistas, engrosan las fuerzas de derecha que buscan el poder con muchas probabilidades de conseguirlo, razón por la cual les dan representación política como es el caso de Vargas Lleras y los Carismáticos.

Como quien dice, gobiernan en cuerpo ajeno.