Yo no he sido muy fan de la venezolanas pero para todo hay una excepción. A inicios de octubre estuve en Troya, cuando me encontré con este mujerón. Venezolana, dijo llamarse Agatha. Me pidió que le invitara un guaro, y me hizo un show por $20.000. Con ese show me emocioné, y compré media de guaro. Mientras charlabamos y tomabamos me llevaba las manos para que la tocará toda, incluso me decia "meteme un dedito en la cuquita", mientras me iba llevando las manos. No alcanzamos a terminar la media y subimos. De una vez me dijo que pagara dos ratos, $120.000 lo que me causó desconfianza. Sin embargo, ya adentro se acabaron mis temores. Esta mujer lo que pedía era cuerda, que le diera "huevo por esa cuquita", repetía. Fueron casi 45 minutos en los que hicimos todas las poses. No le pedí *, porque no es de mis favoritos, pero creo que hasta se habría dejado. Lo cierto es que finalmente bajamos juntos otra vez. Yo con mi cara de satisfacción. Aunque hubiera sido mejor si no hubiera tomado aguardiente porque antes de subir ya estaba bastante mareado. De vuelta en la barra me sentía deshidratado, y me tocó comprar agua y squash, sentía que había corrido una maratón. Ya iba a ser hora de cerrar, así que nos despedimos y me fui muy contento para mi casa. No supe que pasó con ella, una vez la ví de civil en el barrio, pero no la volví a ver trabajando. Esperemos a ver que nos trae este 2018.
Seguimos con la tarifa oficial. $60.000.