GDA/El Tiempo y Redacción. Colombia y Costa Rica. Los efectos de la entrada en vigencia, en julio, del impuesto de 20 pesos (¢3,7) sobre las bolsas plásticas en Colombia ya se siente en la facturación de la industria que las produce.
En una entrevista con el medio de comunicación Portafolio, Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, aseguró que el gravamen ha causado una caída promedio de 30% en las ventas de las firmas que fabrican este producto.
Según estimaciones de este gremio, en lo corrido del año se han dejado de vender entre 3.000 millones y 5.000 millones de unidades, y el impuesto –desde su entrada en vigencia– ha recaudado un aproximado de 150.000 millones de pesos.
En Costa Rica, este tipo de políticas tendientes a reducir el uso de plásticos desechables, no ha estado ausente de la discusión en diferentes foros. Por ejemplo, los diputados de la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa dictaminaron favorablemente, en el 2015, un proyecto de ley que prohibiría la entrega gratuita de bolsas plásticas de los comercios a sus clientes y así se reducirá la circulación de este material desechable.
Además, este año, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el Ministerio de Salud (Minsa) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) unieron fuerzas en un plan para desaparecer paulatinamente los plásticos de un solo uso, empezando en los cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM), costarricense.
Tarifa creciente.
La Ley 1819 que creó este tributo en Colombia, establece que para el 2017 se pagarán 20 pesos (¢3,7) por cada bolsa plástica; el monto subirá 10 pesos por cada año hasta el 2020, cuando se llegarán a pagar 50 pesos por cada bolsa plástica (casi ¢10).
Mitchell manifestó que esta política impacta diferente según el tipo de empresa. En las que solo se dedican a la fabricación de bolsas plásticas, que son formales y que les venden a los formales, las ventas bajaron entre 50% y 70% este año frente al anterior, explicó.
También está el caso de las firmas informales que le venden a informales, donde el problema ha sido menor, con descensos entre 20% a 30% en su facturación. Y luego están las compañías que tienen un portafolio de productos más diversificado, que no solo dependen de las bolsas plásticas, donde las bajas también rondan de 20% a 30%.
“En promedio, diría que se ha visto afectado un poco más de un 30%”, expresó el representante empresarial.
Para enfrentar la situación, el sector asegura que están promoviendo el uso racional del producto y a reutilizar las bolsas.
“Le estamos apostando a incluir modelos de economía circular, que es a la larga donde pensamos que está la respuesta a los problemas medioambientales”, afirmó.
La economía circular busca que los productos, componentes y recursos utilizados para producir, mantengan su utilidad y valor en todo momento el ciclo.
Además, los fabricantes de este tipo de empaques apostarán, el próximo año, por diversificar mediante la innovación, explorar mercados internacionales y generar mayor conciencia en la población con la separación de residuos.
Fuente: la nacion