Según la Corte Constitucional los líderes de las Farc primero deben comparecer ante la JEP y luego participar en política, así que esta irrisoria ventaja ya desapareció.

Ahora, la derecha (la pensante) ya consiguió lo que quería, desarmar a las Farc con el cuento de la participación política y meter a los grandes empresarios al campo.

La inteligencia puede más que la fuerza y ahora más que nunca la clase gobernante está afianzada en el poder al quitarse de encima la molesta guerra de baja intensidad que impedía el crecimiento de sus negocios.

Pero como la derecha agraria no participó en la repartición de la torta empresarial, ahora tildan a los otros de comunistas. Mundo de locos, pero es el problema de haberse quedado a vivir en el siglo XIX, donde los problemas se resolvían a punta de bala. Hoy se resuelven en los salones del poder.

A propósito, el próximo presidente va a ser Vargas Lleras. Lo simpático del asunto es que va a ganar uno que apoyó el SI y que ahora se viste de NO. Qué piedra la de Uribe.