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El colmo. Ahora le dio a las víctimas de la guerra por perdonar y la tapa, ahora andan diciendo que esos terroristas a los que hay que darles chumbimba, dizque quieren reincorporarse a la sociedad. Viejas locas, se están volviendo comunistas.

Cita:
‘Vi cómo los guerrilleros estaban preparándose para un nuevo mundo’

Bertha Lucía Fries, víctima del atentado de las Farc en El Nogal, relata lo vivido tras firma de paz


Bertha Lucía Fries, víctima del atentado de las Farc en el club El Nogal, participa en talleres con integrantes de las Farc. La foto fue tomada en una zona veredal.
Foto: Bertha Lucía Fries

Por: DIANA MILENA RAVELO 24 de noviembre 2017 , 02:01 p.m.

Nota de la Redacción. El 7 de febrero del 2003, las Farc atentaron contra el club El Nogal, de Bogotá. En el ataque fallecieron 36 personas. Este es uno de los momentos dolorosos de los 52 años de guerra con las Farc, que hoy, cuando se cumple el primer año de la firma de la paz, se conmemora con esperanza. La serie periodística 'Un año de la paz para no olvidar 52 años de guerra' honra nueve hitos del conflicto armado.

***

El 7 de febrero del 2003 Bertha Lucía Fries vivió el horror que dejó el atentado de las Farc en el club El Nogal. Ese día, los colombianos observaron en sus televisores cómo los capitalinos se encontraban de frente con la guerra que durante 52 años golpeó a Colombia y la cual llevó a muchos a gritar con euforia: ¡Queremos paz!... Ese día, decenas de personas -que vivieron en carne propia el ataque, o perdieron a sus seres queridos o los vieron caer heridos- entraron a la larga lista de víctimas del conflicto armado del país.

El hecho dejó 37 personas muertas y 198 heridas. Entre los lesionados estuvo Bertha Lucía, a quien le cayó una pared encima. La mujer cuenta que sufrió fracturas en las vértebras y un diagnóstico de cuadriplejia.


El atentado al club El Nogal ocurrió el 7 febrero del 2003, cuando las Farc explotaron un carro bomba en el estacionamiento.
Foto: Miguel Menéndez


“Me gradué de infierno 1, 2 y 3. Soy máster en infierno. Tengo Ph.D., doctoral y posdoctoral de infierno... Porque estar en incapacidad ocho años, ver a mi marido, profesor de Harvard, dejando de trabajar para atenderme, y a mi hijo, mejor bachiller, sin estudio, me hizo sentir lo peor que uno puede sentir”. Confiesa que durante mucho tiempo fue inevitable sentir odio, un sentimiento que llegó acompañado de preguntas como: ¿por qué a mí?, si no he sido mala, ¿por qué me pasó esto?


Al lugar llegan cerca de 200 bomberos y, con el apoyo de 14 máquinas, logran sofocar las llamas cerca de las nueve de la noche. La humareda se prolonga por varias horas.
Foto: Archivo / EL TIEMPO


Después del dolor...

Tras recuperarse, Bertha Lucía empezó a oír a las otras víctimas, quienes hablaban sobre la soledad que ella había experimentado. Luego sintió curiosidad por un encuentro con reinsertados, sobre ellos quería saber por qué se iban a la guerra. Ambos eventos trascendieron a su dolor y así su rabia se transformó en un deseo imparable de trabajar por la reconciliación.

“A los exguerrilleros les hice una pregunta atinada: ¿qué le dirían a una víctima? (...) Cambió mi perspectiva. Me dijeron que le pedirían perdón y le solicitarían que escuchara sus historias”, relata.

Para ella, cada 7 de febrero es una oportunidad de elevar un canto a la vida. Incluso, de forma anecdótica, dice que en el 2018 ella será como quinceañera, pues se cumplirán 15 años del atentado.

“Para algunos, (la conmemoración) es un tiempo de recogimiento, de encontrarnos, de abrazarnos y de decir: ‘Aquí estamos los que vivimos esos momentos angustiosos que nos enlutaron para siempre’. Para otros, es triste y no hay motivos para conmemorar. Las dos cosas son respetables”, sostiene.

Bertha Lucía habla pausado, como si pensara con cuidado cada una de sus palabras. Se ha tomado en serio su incansable labor por aclarar lo que pasó aquella noche.

Abrazos de reconciliación

La agenda de la paz, como se le podría llamar, ha permitido que se den hechos históricos para las víctimas de esta tragedia.

Tras el plebiscito por la paz, que se realizó el 2 de octubre del 2016, las Farc invitaron a la sociedad civil a apoyar con sus ideas los acuerdos. Bertha Lucía fue de las personas que integró ese grupo.

“Puse una condición para ir a La Habana y fue: ‘Señores Farc, voy siempre y cuando a mí me digan la verdad y pidan perdón. Si no, no voy’ (…) Ellos aceptaron que fuera con esa condición”, recuerda.

Viajó el primero de noviembre para encontrarse con ‘Pastor Alape’, ‘Victoria Sandino’ y Rodrigo Londoño (‘Timochenko’) e ‘Iván Márquez’. “Estuve seis horas con él (‘Márquez’). Tuve un encuentro muy humano para entender con quién estábamos negociando y hacer preguntas”, cuenta.

Fue a partir de ese primer cara a cara con sus victimarios, donde se revelaron algunas verdades, que empezaron los cambios -los cuales Bertha Lucía espera que se sigan dando para estar más cerca de la justicia, la verdad y la reparación-.

Uno de los logros fue la reunión del pasado 28 de marzo, en la que se firmó un acuerdo de siete puntos. En dicho acuerdo, el grupo hoy desarmado adquirió compromisos como asistir a un acto de perdón público y comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Días más tarde, el 2 de abril y 20 de mayo, se llevaron a cabo dos encuentros entre víctimas de El Nogal y miembros del Secretariado de las Farc. Allí, en compañía del padre Francisco de Roux, ambas partes reflexionaron -y varios de los asistentes expresaron su dolor al grupo guerrillero-.

“¿Por qué me mató a mi mamá? ¿Por qué me mató a mi familiar? ¿Por qué?, eran algunas de las preguntas que se oían”, anota Fries. Cuenta que al final esas discrepancias se transformaron en abrazos de reconciliación.

“Luego este grupo guerrillero pide perdón y dice frases como: ‘Es algo que nunca ha debido ocurrir’ y se responsabilizan del asunto”, recuerda la mujer al referirse al momento en el que Carlos Antonio Lozada, representante de las Farc, pidió perdón y dijo que nada justificaba lo sucedido.


Bertha Lucía Fríes, representante de un grupo de las víctimas del atentado a El Nogal, y Carlos Lozada, miembro del Secretariado de las Farc.
Foto: Twitter: @FARC_EPueblo


‘Queremos más verdad y menos barrotes’

Otro hecho que marcó el 2017 fue la libertad, en el marco de la JEP, de Herminsul Arellán Barajas, alias Pedro, uno de los autores del atentado. El hombre había sido condenado a 40 años de cárcel, pero salió de prisión el pasado 12 de mayo.


Herminsul Arellán Barajas había sido capturado en marzo del 2011 en la vereda Playa Rica, a 35 kilómetros de La Macarena (Meta).
Foto: Archivo / EL TIEMPO


Bertha Lucía dice que desde ese momento solo le han enviado un mensaje a Arellán: “Por favor, preferimos conocer más verdades. Queremos más verdad y menos barrotes, pues aún no sabemos qué estaba pasando en esa época”.

El último suceso que marcó este año fue la visita que hizo Bertha Lucía a una zona veredal, donde realizó talleres con la guerrilla. Relata que duró una semana conviviendo al son de ellos, es decir, en las mismas condiciones. “Experimenté algo muy importante… Estos ojos vieron lo que ellos estaban haciendo. Vi cómo están desarrollando su proyecto productivo y preparándose para un nuevo mundo”.

Con botas pantaneras y frío recibió el perdón que, con lágrimas, le pidió una guerrillera. También fue abrazada por unos 30 excombatientes que le dijeron, según Bertha Lucía: “Gracias por ayudarnos a creer que sí nos van a perdonar y por ver usted misma que estamos interesados en el cambio”.

Interrogantes que persisten

Bertha Lucía deja a un lado el 7 de febrero del 2003 y en su rol de líder subraya que, si el país no resuelve la pobreza y las necesidades básicas de los colombianos, en los próximos años habrá otro grupo guerrillero.

Si bien el 2016 y el 2017 representaron avances para esclarecer lo sucedido en El Nogal, aún permanecen los interrogantes de los porqué y para qué del lamentable hecho.

Ahora, Bertha Lucía espera que en el 2018 se siga trazando el camino hacia verdad, donde las víctimas sean reparadas. Especialmente, quiere que se cumpla la promesa que le hizo el exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, quien se comprometió a responder si realmente las Autodefensas se reunían en El Nogal o si el exparamilitar Salvatore Mancuso durmió en el club días antes del atentado.
Fuente: El Tiempo

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Última edición por Heráclito; 25-11-2017 a las 10:19:26
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