Respetable la opinión, aunque los organismos internacionales que sirvieron de veedores a la desmovilización y entrega de armas por parte de las Farc, coinciden en afirmar que esta guerrilla cumplió su palabra.

En todos los procesos de paz que se han dado en el mundo, una minoría de la organización armada desmovilizada continúa en armas y el de Colombia no es la excepción.

Estos reductos poco a poco irán desapareciendo al tiempo que el nuevo partido comenzará su lucha política como sucedió con otros grupos guerrilleros en el pasado.

Por mucho tiempo será una fuerza minoritaria y no es aventurado pensar que en una década desaparecerá de la vida política. El mundo es otro y la Farc se quedó viviendo en el pasado.