Queda una vez más en evidencia lo ajenos que están los defensores del acuerdo respecto a los hechos actuales. Toda razón, todo sentido común, les ha sido arrebatado y ahora parecen nada más que cajas de resonancia de la publicidad del gobierno, vendiendo un país que supuestamente está en paz cuando la violencia, de hecho, ha venido en aumento, contrario a la premisa de la promesa de paz del gobierno.

Como bien dice una canción de Megadeth: la paz vende...pero quién compra?

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