Roman Afanasyev fue investigado por “faltar a sus responsabilidades parentales básicas” y la sacó barata gracias a las lágrimas de su compañera.

La cruel imagen del hombre sosteniendo a su hija de tres meses de una pierna en el borde de un edificio de nueve pisos no fue el único acto irresponsable. Meses después la agarró con un solo brazo, la sacó por ventana de su BMW y aceleró imprudentemente a 70 kilómetros por hora.



El excéntrico empresario, de 31 años, fue hallado culpable por "violar groseramente sus responsabilidades parentales básicas", informó ‘Siberian Times’. Ante los tribunales aceptó su culpabilidad y se mostró arrepentido. “Me gustaría pedir perdón a mis padres, a mis hijas, a mis familiares”, dijo en la corte.

También explicó ante los jueces que la temeraria fotografía, que acompañó del texto “Mira el mundo desde un ángulo diverso”, había sido planeada.

Me estaba preparando durante un mes con un peso de 16 kilos en mi mano extendida para estar a salvo”, fue la justificación para tal maniobra.

Perdón del juez

Kristina, su esposa de 23 años, dijo al tribunal entre lágrimas “ruego que no castigues severamente a Roman”. Imponiendo otras responsabilidades, como asignar un tutor, decidieron darle solo un castigo con trabajo benéfico.

Después del juicio los padres admitieron que sentían miedo de perder a su bebé. Sin embargo, tiempo después los funcionarios hicieron su labor de vigilancia y se percataron de que los padres estaban capacitados para tener la custodia.

Roman fue sentenciado a 300 horas de trabajos comunitarios.