Retomando el tema, era de esperarse una retractación para evitar las sanciones judiciales e intentar cortar por lo sano (?) el meollo que se produjo por una declaración a la que intentó darle muchas explicaciones pero de la que no cuidó detalle al no elegir las palabras correctas en un principio.

Aún así, a pesar de su imprudencia, Uribe salió mejor librado, pues demostró que aún influye significativamente en la opinión pública y esa influencia será bastante notoria en las próximas elecciones. Mientras que Samper Ospina quedó en el escarnio público, pues ahora cualquier publicación que haga relacionada con Uribe será seguida de reojo y producirá de nuevo una reacción similar a la más reciente.

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