Cuando Krillin y Gokú se inscriben en su primer Torneo de las Artes Marciales, el maestro Roshi decide hacerse con un puesto. Sabe que podrá vencer a sus estudiantes y con la derrota, no perderán el interés por las artes marciales. Pero para hacerlo, necesita un disfraz. Se viste de traje negro y peluca azul, pero no es suficiente. Necesita un nombre: Jackie Chun.
El seudónimo es una clara referencia a Jackie Chan, el inmenso actor que combina las artes marciales con la comedia. Pocos sabían que detrás de ese guiño había una amistad basada en la más pura admiración e inspiración mutua y que quedó inmortalizada en una revista. El de ellos era un cariño de los buenos.
Jackie guiñó primero
Pero antes de producirse el encuentro, Chan ya hacía honor al trabajo de Akira. Lo reconoció en My Lucky Stars (1985), una cinta donde interpretó a un policía encubierto que organiza a sus amigos de la infancia para que lo ayuden a detener a un grupo Yakuza.
En ese tiempo, Toriyama no era reconocido en todo el mundo, pero antes de Dragon Ball ya se había ganado un nombre en el mundo del manga con Dr. Slump, una serie sobre un mundo donde los humanos cohabitan con seres antropomórficos. La historia fue rápidamente adaptada a la pantalla chica por Toei Animation haciendo de Akira el consentido del momento.
En una de las escenas de la película, el personaje de Chan tenía que entrar a un parque de diversiones en Hong Kong, donde Dr. Slump era un éxito, así que la mejor forma de infiltrarse fue usando un traje de Arale Norimaki, el personaje principal de Akira para ese momento.
Akira Toriyama vs. Jackie Chan
Así tituló la revista Bird Land Press el encuentro entre el actor y Toriyama. Se trataba de una remembranza de algo ocurrido mucho antes y que abría con un dibujo de Akira, estilo manga, referente a Armour of God (1986), la última película de Chan.
Allí ambos hablaron de cómo el trabajo deL uno había influenciado al otro. Según Chan, Dr. Slump le inspiró para hacer algunas cintas, mientras que Toriyama confesó que Dragon Ball (su obra más famosa y que apenas tenía dos años de creada), tomaba a Jackie, sus movimientos y sus películas como referencia.
En efecto, Toriyama era un fan verdadero de Chan, y confesó sentirse paralizado cuando lo conoció y sorprendiéndose por su actitud tranquila, muy diferente de sus locuras en la pantalla grande.
«Es un hombre disciplinado. Jackie es como un maestro artesano que hace todo en sus películas, desde la música, hasta la dirección. Hizo que apreciara su trabajo», escribió Akira no sin antes comentar la más grata sorpresa: ambos intentan hacer sus proyectos sin pensar demasiado.
Ante tal energía, el encuentro se cerró con un efusivo: «sigamos influenciándonos para seguir creando grandes cosas».
Y vaya que lo han hecho.