Si se tomaran el trabajo de leer ni siquiera las columnas de Coronell (ya que parece ser mucho trabajo), sino los títulos de las mismas podrían hacerse una idea de que tan pulcro y decente encuentra el columnista a JuHampa. La letania de que ostenta el noticiero que tanto les incomoda gracias a la lamboneria con el Presidente no resiste el más sencillo de los analisis. Como si se lo hubieran adjuidicado después del 2010 o no llevara lustros siendo el más reconocido del medio.

De cada 10 columnas de Coronell, 7 son contra con Uribe, pero deja 3 para dedicarselas a JuHampa, a Petro o a Maburro. Ya quisieramos que quienes encuentran tan parcializado y poco objetivo a Coronell opinaran algo sobre las columnas de Rangel, Londoño, Plinio o Maria Isabel, esas si, dedicadas en un 100% al mismo sentido desde hace años. Pienso yo que estan en todo el derecho de defender a Uribe todo lo que quieran, pero a la hora de exigir objetividad y ecuanimidad por lo menos deberían sonrojarse un poco si les quedara algo de dignidad.