No creo que haya mucha diferencia en cómo se han referido a Uribe estos personajes que aquí mencionan. No lo bajan de paramilitar, genocida, guerrerista, asesino, terrorista, fascista, entre otros. La labor del periodista, como mencioné en otro post, es la de mostrar los hechos y que la gente forme su opinión, no mostrar opiniones o supuestos como hechos.

También hacen mal Uribe y sus defensores en responder muchas veces con la misma moneda. Para controvertir y poner en una posición incómoda al contradictor, basta con exponer argumentos sustentados en hechos comprobados. Llegar a peyorativos como los mencionados en el artículo está de sobra y eso le da también gabela a los otros para que sigan vertiendo pestes.

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