Error de juvenil imperdonable el de Luka Pibernik, corredor esloveno de 23 años del Bahrain Mérida, que celebró la victoria al cruzar la meta, sin tener presente que todavía le quedaban seis kilómetros para el final de etapa. Y es que después de una etapa de transición desde la ladera del Etna, la llegada a Messina, localidad natal de Vincenzo Nibali presentaba dos vueltas a un circuito de seis kilómetros, algo de lo que Pibernik no era consciente.
A falta de nueve kilómetros para el final de la etapa, el esloveno lanzó un fortísimo ataque que nadie siguió debido a que faltaban todavía muchos kilómetros para el final y los equipos de los esprinters podrían controlar todavía la situación. Lo que nadie esperaba es que el corredor de Bahrain se pusiese a esprintar a falta de 100 metros y, menos aún, que levantase los brazos en señal de victoria cuando cruzó la línea de meta.
El ridículo fue enorme. Igual que su sorpresa cuando vio que el pelotón no detenía su marcha y lo absorbía. La victoria se la llevó finalmente el colombiano Gaviria y Pibernik la humillación de celebrar una victoria antes de tiempo por desconocer el libro de rutas. A buen seguro que el manager de su equipo no estará contento con su preparación de la etapa.