23-04-2017
, 21:00:21
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#11 |
Denunciante Platino
| Respuesta: La disputa entre el ministro de Salud ateo y el exprocurador católico | Cita:
Iniciado por Heráclito Una cosa es pensar diferente y otra bien distinta, al hacerlo y actuar en consecuencia, violar los derechos fundamentales que protege nuestra Constitución. So pretexto de la libertad de expresión no se puede predicar la exclusión de las minorías, un Estado confesional o conspirar contra el Estado de derecho promoviendo el Estado de opinión, para solo citar algunos ejemplos.
Los dinosaurios tienen derecho a existir en la era de los mamíferos. Otra cosa es que traten de convertir el país de todos en el país de algunos. La era del hielo ya se terminó.
Nadie está por encima de la ley, ni siquiera monseñor y el salgareño, aunque así lo crean porque en algún momento de su vida le torcieron el cuello a la Constitución. Más bien recen por sus almas porque sus cuerpos andan embolatados entre saludos de pasillo y pesadillas terroristas. | El problema del que yo hablo tiene que ver más con la censura que han venido teniendo estos personajes. Debo decir que no estoy de acuerdo con sus posiciones, pero hemos visto que hoy en día si alguien afirma ser gay, ateo, agnóstico y así, recibe apoyo del público, mientras que se condena a aquel que se adhiera a una comunidad religiosa y profese su fe y sus posiciones frente a temas controversiales de manera abierta.
Puede decir uno que son retrógrados, arcaicos, eso lo define cada uno. Pero no se les puede silenciar de ese modo sólo para complacer a los grupos minoritarios, o mejor dicho, a unos cuantos cabilderos dentro de estos colectivos, que buscan a toda costa suprimir cualquier opinión que vaya en contra de sus intereses.
Basta con saber algo, y es que en este país el 90% de la población se identifica como católica o de otra denominación cristiana, de los cuales una amplia mayoría tiene posiciones conservadoras frente a muchos temas, especialmente los sociales. Harían mal ellos si, de ganar la presidencia, deshacen leyes que favorecen a las minorías, pero también se hace mal en callarlos o en condenarlos por sus opiniones. Basta de ser políticamente correctos! |
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