Estimados cofrades, hace un par de semanas tuve unos días memorables. Del trabajo me enviaron con dos japoneses a visitar dos clientes, uno en Armenia y otro en Medellín. Para mi sorpresa después de entrar en confianza al segundo día de estar en Armenia un japonés me sale con que lo que quería era buscar mujeres, yo en calidad de afitrión me di a la tarea de armar el plan con niñas de Ángeles del Café. Nos enviaron tres niñas muy bonitas pero no eran altas como había pedido, en fin, tras hacer el reclamo lo único que obtuve fue una mejor tarifa. La niñas se portaron muy bien, haciendo shows tipo despedida de soltero, luego en la acción las tres estuvieron al nivel de lo requerido, los orientales quedaron encantados tras una noche de desenfreno (Me gasté 2 palos en la atención pero fue una memorable forma de gastar los viáticos).
Volvimos a Bogotá por un día pero no hubo lugar de ver nada, eso fue reuniones todo el día y salida al otro día temprano para Medellín. Tan pronto llegamos estos personajes ya estaban presionando para que les mostrara sitios de diversión. Al sábado que tuvimos libre nos fuimos de tour por salas de masajes. Empezamos en Energy (Cra 74 49-101), de lejos el mejor sitio para entretenerse en el día. Todas las damiselas hacen la presentación muy cortas de vestuario, algo que debería ser la norma para no llevarse sorpresas luego. En total unas 12 desfilaron y me causó mucha risa la cara de los muchachos al ver tanto buen material reunido. No dejé pasar la oportunidad y entré con una blanca, alta, delgada, de cabello negro (olvidé el nombre) un poco novata al inicio, entonces entablé una corta conversación para entrar en confianza, luego se fajó con un oral al natural (sin haberlo solicitado), besos más bien pocos pero en general estuvo bien.
Al ver la cara de felicidad de mis compañeros supe que fue buena idea empezar en Energy. Recargamos baterías en pizzería Olivia, muy buenas pizzas por cierto (para los que les gustan las de estilo italiano). Proseguimos nuestro recorrido por Blue Room (Calle 33 78-63), un par de niñas sobresalientes pero nada del otro mundo. Continuamos a Abydos (Calle 33 64-19
donde nos recibieron 8 niñas, dos muy agradables, en esta ocasión los compañeros eligieron primero y no tuve más remedio que esperar. Luego regresamos al hotel para hacer la necesaria siesta para recuperar energía para la noche.
Tenía planes de llevarlos a Fase 2, pero los compañeros querían algo tipo ghetto, nos pusimos las pintas más sencillas posibles, sin teléfonos, ni relojes y nos enrutamos a las 6:00pm hacia el centro. Dimos un pasón por el sector de la Veracruz, muy rápido, para mí nada que ver pero ellos querían entrar con unas que se les notaba mucho la calle, los convencí de ir mejor al grill Conejitas, llegamos y no había mesa, estuvimos en la barra un rato, dimos una vuelta para ver de cerca a las pamplemusas del lugar, pero no ví nada agradable tampoco allí. Al notar las niñas que eran extranjeros, empezaron a acercarse e insinuarse, como unos adolescentes no hacían sino tocar con suspicacia. A mí me agarró Zuliana (mona tinturada) con cirugías por doquier (las más evidentes trasero, pechos y labios). Este tipo de excentricidades no me parecen atractivas usualmente, pero esta mujer me empieza a calentar el oído de una forma que terminé cayendo en sus redes. Arriba me esperaba unas habitaciones más deprimentes, pero no estaban mal para el sitio. En la cama Zuliana es de las que te come vivo, desde el inicio todo muy afanado e intenso. Ella hacía una cosa y la otra y nada que yo terminaba, al final fueron 30 minuto de trabajo muy bien ganados, ella me preguntó al final: mijo, usted que fue lo que tomó? mientras se secaba el sudor.
Luego en la Barra Ejecutiva y Maracaibo mejora un poco el material pero tampoco ví nada sobresaliente (muchas con exceso de peso en la cintura). Yo ya no aguantaba otra sesión pero los compañeros seguían entrando como si nada. Me tocó salir de ambos lugares pues la música me pareció muy estridente. Cuando los adolescentes salieron, nuevamente con sonrisa de oreja a oreja, pensé que tal vez esto era nuevo para ellos, pero tras una parada en el hotel para limpieza y cambio de ropa nos dirigimos al Parque Lleras. Allá sentados en un bar empiezo a escuchar las historias de estos personajes en el sudeste asiático, Vietnam, Thailandia, China, mejor dicho uno es un completo ignorante en términos de turismo sexual. En el Parque Lleras ya se encuentra muy amplia oferta de mujeres trabajando, y es bien curioso como la gente las mira despectivamente por haberse apropiado de la zona. Lo que ví es que cobran esta vida y la otra por una hora ($200-$600) y la mayoría de las veces no son material de ese valor (Me imagino que tiran alto para que al negociar les quede el dinero que esperan por la transacción).
El domingo fue un día de completo descanso hasta el almuerzo cuando me encuentro en el restaurante del hotel con par de caballotes acompañando a los orientales. Como a la hora llamaron a una “amiga” de ellas para que me hiciera “compañía”. Yo no estaba muy animado porque soy más de las bellezas sin quirófano pero llegó una culicagada de rostro muy pulido y al final terminé envuelto en esas redes por dos horas. Nada del otro mundo esta niña en la cama pero se hubiera visto mal no aceptar la invitación de los amigos.
Pasaron dos días de mucho trabajo y después de una invitación de un cliente, como a eso de las 9:00pm fuimos rumbo al hotel por cambio al traje de pelea y salimos rumbo a Fase 2. Llegamos rápido pero el sitio sin mucho movimiento, nos sentamos en una mesa pero no me gustó mucho el tema del consumo mínimo pues la selección de alcohol es my pequeña. Luego empiezan a desfilar unas niñas que aunque bonitas no eran nada despampanantes, al menos la mitad de ellas pidiendo que las invitara a un trago de Baileys. Así pasaron unos 20 minutos cuando hace su aparición Paola, una alta con una figura muy estilizada de rostro agradable. Los compañeros eligieron otras dos niñas muy bien parecidas de curvas peligrosas. Una charla muy simple, porque el volumen de la música no deja hacer mucho. Un baile bien sensual y ya estaba listo para la acción. Paola inició de forma muy mecánica, lo cariñosa que tenía abajo se le bajó a los tobillos. Le dije que más bien hiciera un show para ver si la cosa tomaba otro rumbo, en este respecto tiene unos movimientos bien sensuales. La tomé de forma un poco brusca y ella no puso resistencia, unos besos bien apasionados seguidos de una sesión de poses donde sus gemidos terminaron venciendo mi voluntad. En general bien, pero el costo un poco alto para lo que se recibe en 40 minutos.
Todavía eran las 11:00 pm y salimos en un taxi por la vía las Palmas rumbo a la Isla, según muchos lo mejor de Medellín. A veces cuando se generan expectativas tan altas con un sitio uno termina defraudado de conocer la realidad. En mi opinión, es muy similar a Fase 2 pero con precios más altos y mujeres un poco más atractivas (esto es subjetivo, al menos mejor arregladas). Ví un par de mujeres que en definitiva ejemplifican lo que es belleza en todo, desde el cabello hasta las uñas de los pies combinaban muy bien, el estilo para caminar, perfectas en papel. Ya estaba agotado y dejé pasar la oportunidad, pero mis amigos como unos mutantes salieron de la mano de dos hermosas paisas.
Al siguiente día salimos para Bogotá cargado de nuevas experiencias, con la cuenta de viáticos en rojo y un pequeño dolor púbico tras unos días llenos de actividades.