Primero fue el fuego de los celulares y ahora una tapa de lavadora que sale volando: los productos defectuosos siguen poniendo a Samsung en problemas.
Unas 2,8 millones de lavadoras de la marca surcoreana están siendo llamadas a revisión debido al riesgo para sus clientes por problemas técnicos.
El tambor de carga puede perder su equilibrio, lo que provoca "vibraciones excesivas" e incluso "la separación de la parte superior de la lavadora", reconoció la compañía en un comunicado.
"Esto puede ocurrir cuando se utiliza un ciclo de centrifugado de alta velocidad para la ropa de cama, la resistente al agua u objetos voluminosos y representa un riesgo de lesión para los consumidores".
La empresa recibió 733 quejas por vibración excesiva o desprendimiento de tapas en sus lavadoras, además de que nueve personas reportaron haber sufrido lesiones.
En uno de esos casos, una persona sufrió una fractura de mandíbula.
Los modelos afectados, de "carga alta" que tienen tapa superior y no frontal, fueron fabricados de marzo 2011 a la fecha y vendidos principalmente en Estados Unidos.
Algunos clientes están demandando a Samsung, pues alegan que sus lavadoras "explotan durante el uso normal", lo que ha causado daños en viviendas.
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John Herrington, vicepresidente de Samsung en Estados Unidos, dijo: "Nuestra prioridad es reducir los riesgos de seguridad en el hogar y proporcionar a nuestros clientes opciones".
Samsung ofrece a sus clientes una reparación en casa que refuerza la tapa de la lavadora, o un descuento en la compra de una nueva máquina de lavado.
El nuevo golpe para el gigante de la electrónica viene después de que su teléfono insignia, el Galaxy Note 7, presentó casos de sobrecalentamiento de la batería.
Unos 2,5 millones de móviles de ese modelo fueron retirados tras las quejas de que su batería de iones de litio explotaba durante la recarga, lo que causaba incendios en algunos casos.
En septiembre, la compañía reportó una fuerte caída en sus ganancias operativas tras el fracaso del Galaxy Note 7.