Las ‘embarradas’ literarias de Gustavo Petro en Neiva
El polémico ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro puede saber de política, de paz y guerra, pero poco de literatura. Y menos si es literatura colombiana. Y peor literatura huilense.
Por lo menos así lo demostró durante un conversatorio realizado en Neiva apoyando el plebiscito por la paz. El eje de la intervención se soportó sobre La Vorágine, la obra inmortal del escritor huilense José Eustasio Rivera, y una de las obras más importantes de la literatura hispanoamericana.
Fueron tantos los errores históricos y geográficos pronunciados en su discurso que su intervención no pasó inadvertida entre los asistentes, entre ellos muchos que recitamos de memoria y conocemos en detalle la obra y vida del más grande escritor huilense.
Las ‘embarradas’ sin duda, le mermaron brillo a su elocuente intervención, apoyando el plebiscito por la paz y explicando las razones para poner fin a una guerra. (“¿Quién dice que no comenzará otra?”, preguntó.
Las embarradas
Para comenzar Petro recitó incorrectamente el primer párrafo que recoge las peripecias del poeta Arturo Cova, el protagonista. Luego anunció que no sabía de dónde era José Eustasio Rivera y le pidió a su compañero José Cuesta que lo buscara en internet.
Luego lo volvió tolimense. Y para rematar anunció que la novela se inspiró en la guerra con el Perú.
Las precisiones
La Vorágine, una de las obras clásicas de la literatura colombiana fue publicada por primera vez el 25 de noviembre de 1924 en Bogotá, tras dos años de escritura y seis meses de revisiones.
En 1926 apareció la segunda edición corregida. Su autor: José Eustasio Rivera, nació el 19 de febrero de 1888, en Rivera (Huila) así bautizado en su honor, como el Centro de Convenciones donde se realizó el conversatorio.
La novela recoge las pesadillas del poeta Arturo Cova y su amante Alicia, enmarcada en una época de terror durante la fiebre del caucho, uno de los episodios históricos y sociales más relevantes y desconocidos de los países amazónicos. El fenómeno estuvo relacionado por la violencia y explotación derivada de la extracción y comercialización del caucho.
La fiebre del caucho tuvo su apogeo entre 1879 y 1912 enmarcado en un terrible genocidio contra las comunidades indígenas y colonos sometidos a torturas, prostitución forzada, pedofilia, esclavitud y masacres, que Rivera plasmó en su novela que inició a escribir en 1922, en una hacienda de su novia en Sogamoso (Boyacá).
El comerciante peruano Julio César Arana entró al negocio del caucho en 1901 en asocio de caucheros colombianos de la Colonia Indiana (La Chorrera). En 1903 fundó la Casa Arana desde donde se coordinó toda la pesadilla y la tragedia que Rivera describió en su novela.
La novela La Vorágine, contrario a lo que piensa Petro, nada tuvo que ver estrictamente con la ‘Guerra con el Perú’ registrada entre 1932 y 1933, muchos años después de publicada la obra literaria y del fallecimiento de su autor.
Cuando se produjo la segunda fiebre del caucho (1942-1945) José Eustasio Rivera llevaba 14 años de fallecido. El escritor huilense falleció el primero de diciembre de 1928 en Nueva York Rivera cuando escribía su segunda novela, ‘La mancha negra’.
Aquí el video: