Porque Santos intenta, aunque de manera equivocada, buscar apoyo dentro de los diferentes sectores de la sociedad colombiana.

Hay un afán inexplicable de firmar un acuerdo cualquiera y se le olvida (o más bien, ignora) que para que un proceso de paz sea exitoso se requiere de un consenso general respecto a la salida negociada. Por el contrario, ha vendido la idea de que quienes realizan cuestionamientos serios a los detalles, el alcance y la manera en que se ha realizado tal proceso es un enemigo de la paz.

Aunque bien es cierto que hay personas que se oponen al mero hecho de establecer diálogos, el error más grande que ha cometido este gobierno es calificar dentro de esta categoría a quienes han hecho críticas razonables, aún cuando estos críticos han sido claros en que en ningún momento se oponen a la paz negociada.

Pero si bien la propaganda oficial es muy poderosa, no es invencible.

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